Salud Bienestar

Cómo afecta la ola de calor al cuerpo, cerebro y comportamiento de las personas

  • Los expertos indican que a partir de los 35 grados, puede haber riesgos para la salud y vaticinan que las temperaturas seguirán aumentando.

España se encuentra en el periodo más caluroso y seco del año. Aunque es habitual que en esta época haga calor, es inusual que se alcancen datos tan extremos de manera generalizada. Los expertos indican que a partir de los 35 grados, puede haber riesgos para la salud y vaticinan que las temperaturas seguirán aumentando.

Las olas de calor se posicionan entre las amenazas científicas más fatales. De hecho, hasta comienzos del siglo XXI había más víctimas mortales por frío que por calor. No obstante, a partir del verano de 2003 es el calor el que provoca más daños que el frió en España. Según consta en un análisis del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), las altas temperaturas del verano pasado provocaron 61.672 fallecimientos en Europa, 11.324 de ellos en España. Y es que, el periodo el de 2022 fue el periodo estival más caluroso que se ha registrado en el Viejo Continente.

El sol y las altas temperaturas afectan a la piel, el corazón y los músculos. Provoca una sensación de cansancio físico y mental. El cuerpo humano se esfuerza por mantener una temperatura central de alrededor de 37 grados. Por tanto, a medida que se vuelve más cálido, el organismo tiene que trabajar más para mantener baja su temperatura, es decir, abre más vasos sanguíneos cerca de la piel para perder calor y comienza a sudar.

El calor también afecta al comportamiento de las personas. En 2016, un equipo de investigadores de Harvard comprobó cómo se reducían las funciones cognitivas de los estudiantes durante una ola de calor que no disponían de aire acondicionado. El número de respuestas correcta por minuto en los test realizados fue un 10% menor y el tiempo de reacción un 13% más lento. Esta es solo una pequeña muestra de los estudios que existen acerca de este fenómeno.

Las altas temperaturas también afectan a la calidad del sueño. Y es que, el calor más dañino es el nocturno. La sucesión de noches tropicales, una detrás de otra, pasa factura. Esto provoca una disminución de la capacidad de concentración. El calor incrementa la impulsividad, reducen la capacidad de las personas para regular y adaptar su comportamiento.

El calor afecta a cualquiera, sin embargo existen grupos que corren un mayor riesgo de sufrir graves consecuencias. Se trata de las personas mayores y la población infantil. El peligro también es mayor en aquellos que toman tratamientos crónicos como diuréticos e hipotensores para bajar la tensión arterial. En estos casos, hay que vigilar más la hidratación y el efecto de estos fármacos.

El pasado mayo el Gobierno activó el Plan Nacional de Acciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud ante la previsión de un aumento en la frecuencia e intensidad de las olas de calor como consecuencia del cambio climático. El objetivo del plan es prevenir y mitigar los efectos negativos que el calor excesivo puede tener sobre la salud de las personas. Este estará vigente hasta el 30 de septiembre.

Ante la situación de calor extremo, el Ministerio de Sanidad recomienda beber agua o líquidos con frecuencia y evitar las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas. Además, indica que hay que permanecer en lugares frescos, a la sombra o climatizados y mantener las medicinas en lugares fríos. También aconsejan consultar al médico si se padecen síntomas durante más de una hora que puedan estar relacionados con el calor.

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