
Hoy, 1 de julio, se abre la ventana de fichajes de verano que se prolongará hasta el 1 de septiembre. Un periodo en el que las grandes ligas acapararán titulares sobre los próximas incorporaciones a los grandes equipos. Ahora bien, hay una competición que destaca por encima del resto: Arabia Saudí. Y es que la lluvia de dólares procedente de las petromonarquías ha elevado el valor de la liga en Arabia Saudí.
Futbolistas consagrados en el Viejo Continente como, por ejemplo, Cristiano Ronaldo, Karim Benzema o N'golo Kanté, han hecho las maletas al golfo Pérsico en busca de un retiro dorado. Situación que ha incrementado la valoración de los clubes saudíes en un 36% en solo tres años, lo que supone una tasación de 320,78 millones de euros. Pese a este crecimiento, la liga de Arabia Saudí se sitúa a gran distancia en comparación con las competiciones europeas, pues el valor del los clubes que conforman esta liga es 33 veces menor que el de la Premier (10.540 millones) y 15 veces menor que el de LaLiga (4.710 millones).
De los 14 clubes que conforman la Saudi Pro League, solo cinco han reducido su valor; mientras que el resto ha conseguido elevar su tasación con creces. El ranking lo encabeza el equipo Al-Tai con un crecimiento del 524%. Así, la tasación de equipo en julio de 2020 fue de 1,85 millones y ahora ya ronda los 11,5 millones. Sin embargo, equipos como en el que milita ahora Cristiano Ronaldo, Al-Nassr, ha alzado su valor un 65,8% hasta los 71,4 millones. Otros ejemplos, como Al-Batin FC cuyo valor ha crecido un 298%, hasta situarse en 7,68 millones de euros, o el equipo Khaleej, que ha aumentado un 212% y ya ronda una tasación de casi 9 millones.
El auge de grandes fichajes y sobre todo de jugadores veteranos ha potenciado el valor de la liga saudí, lo que ha hecho que estén en boca de todos. Sin embargo, la realidad es otra. Más allá de tener a alguno de los mejores jugadores, el objetivo final de estos clubes es elevar su notoriedad en el mundo del fútbol.
De otra parte, le permite al Gobierno ofrecer una buena imagen del país y ejerce su soft power (poder blando). El mundo del deporte movió el año pasado movió alrededor de 17.000 millones de dólares (15.545 millones de euros al cambio actual), y, de hecho, las previsiones para este año apuntan que la cifra batirá otro récord. Por ello, no es de extrañar que este sector esté atrayendo a los grandes jeques y fondos privados. Por ejemplo, desde 2008, el Manchester City está controlado por el fondo Abu Dhabi United Group del jeque Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, vicepresidente de Emiratos Árabes Unidos.
Más allá del fútbol
Aunque a los grandes jeques no solo les interesa el fútbol, ya que en 2022 nació la LIV Golf bajo el patrocinio de Public Investment Fund, el fondo de riqueza soberano de Arabia Saudí. El pasado 6 de junio decidió aliarse con su principal competidor la PGA Tour, la competición estadounidense, de cara al 2024.
Asimismo, el fondo de inversión de Arabia Saudí (PIF, por sus siglas en inglés) mantiene conversaciones con la ATP para realizar inversiones en el tenis. El presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi, reconoció en una entrevista con el Financial Times que ha mantenido "conversaciones positivas" con PIF para desarrollar infraestructuras, eventos y nuevas tecnologías relacionadas con este deporte. Esta no es la primera aventura del tenis con Arabia Saudí y es posible que las próximas Next Gen Finals se disputen en Yeda después de varios años en Milán.