
Hace unos días una conversación entre una profesora y una alumna de una escuela en East Sussex (Reino Unido) se hizo viral por su peculiar contenido. En ella, la profesora llamaba "despreciable" a su alumna debido a que se negaba a aceptar la identidad de una compañera de clase que se identificaba como un gato.
Este ejemplo puso de relieve una realidad Reino Unido: el aumento de casos entre jóvenes de escuelas repartidas por todo el territorio que se identifican con 'neogéneros' como el de un gato, un caballo, un dinosaurio o incluso una luna. Una tendencia relacionada íntimamente al fenómeno 'furry' y que ha puesto incluso en alerta a las autoridades.
La aparición de estos casos está creando problemas de convivencia entre los propios alumnos, ya que se han producido acusaciones de discriminación hacia los que no aceptan la identidad de estos adolescentes que se identifican como animales o de formas parecidas, al mismo tiempo que se han denunciado las actitudes de estos jóvenes cuando no se les permite "responder maullando como un gato" en las actividades escolares, por ejemplo.
La cuestión ha llegado a las más altas instancias gubernamentales. De hecho, The Telegraph, que fue el primer medio en publicar la existencia de estos casos, recogió declaraciones de un portavoz de Rishi Sunak, primer ministro de Reino Unido, comprendiendo la preocupación de los padres ante las informaciones aparecidas, según se puede comprobar en este artículo del NY Post.
¿Qué pueden hacer los profesores ante un niño o niña 'furry'?
Las miradas se han centrado en los profesores de las escuelas, dado que el comienzo de la polémica fueron, precisamente, las palabras de una maestra reprochando a una alumna su actitud hacia una compañera de clase.
El portavoz de Rishi Sunak lanzó aviso a los profesores en el que les invita a no "enseñar opiniones controvertidas como un hecho, cerrando discusiones y debates válidos" recalcando que "es importante que los padres y cuidadores estén seguros de que los niños no se ven influenciados por las opiniones personales de quienes les enseñan".
Algunas asociaciones escolares como Safe Schools Alliance han alzado la voz ante la situación de vulnerabilidad de los profesores al enfrentarse a estos casos sin ayuda y sin protocolo. "Los profesores tienen un punto ciego donde entra cualquier cosa que tenga que ver con la identidad, porque tienen miedo de hacer las cosas mal", asegura Tracy Shaw, una de las integrantes de la asociación.