
Jenny Just, cofundadora de la firma financiera PEAK6 Investments, ha estado aprendiendo lecciones sobre pensamiento estratégico y gestión de riesgos en las tres últimas décadas. Aconseja aprender a jugar al póker a quienes quieran emprender y que les vaya bien con su negocio, especialmente si son mujeres.
Just entendió esto cuando empezó a aprender a jugar a póker con su hija Juliette. Se dio cuenta de que las estrategias y habilidades necesarias para vencer en una partida le sonaban. Aquello fue una revelación para ella, pues las conocía por su trabajo en el día a día: "Aprendí por las malas, fallando una y otra y otra vez. Podía haber aprendido simplemente sentándome en la mesa y observando las manos", comenta.
Fue entonces cuando tuvo la idea de Poker Power, un taller virtual para enseñar a jugar a las mujeres de todas las edades. "Si vienes a más de una lección, comenzarás a adquirir habilidades para la vida y los negocios". Jenny Just explica, de acuerdo con su experiencia, que existen 4 cualidades especialmente relevantes.
1. Gestión de recursos disponibles
Para ganar la partida de póker, no basta con ganar una sola mano. Según la misma lo fundamental es distribuir los recursos disponibles, y destinarlos así a una mano (potencialmente) ganadora, a la vez que se debe saber cuánto esperar para asumir un riesgo.
Para Just este juego de cartas puede ayudar a desarrollar fluidez en el lenguaje del dinero, algo muy útil a la hora de sentarse en una mesa a negociar. Su hija nunca antes había tratado con la gestión de activos y la relocalización de capital, antes de jugar al póker.
Además, Just comenta que el dinero que se utiliza para apostar en Póker Power es ficticio, para así recrear un "ambiente divertido, de apoyo y seguro". Además, esto ayuda a las participantes a practicar su capacidad para relocalizar capital sin arriesgarse. Luego podrán aplicar lo aprendido al mundo real.
2. Creación y desarrollo de estrategias
Jugando cada vez más partidas se aprende a leer al oponente, a lanzar faroles y a predecir resultados. Just explica que la persona pasará a través de tres niveles para mejorar en el pensamiento estratégico:
-Primer nivel: Donde se encuentra la mayoría de personas que lo ven como una afición. Uno se centra en sus propias cartas, y en reflexionar sobre cuándo seguir o no la apuesta del rival.
-Segundo nivel: Los participantes comienzan a intentar adivinar las cartas del adversario, y tras ello analizar sus posibilidades de ganar. "Comienzas a estudiar los distintos resultados posibles", asegura Just, habilidad necesaria para la negociación en el mundo empresarial.
-Tercer nivel: El jugador ya se pregunta qué cartas piensa el adversario que él mismo tiene. Para la multimillonaria, se trata de "el reino de los jugadores profesionales y de los grandes negociadores". Cada jugador en esta fase practica un proceso de pensamiento complejo y que cambia constantemente. Las habilidades ya aprendidas ayudan a comprender cómo varían la influencia y el poder a medida que se recopila nueva información.
Lust relaciona este último nivel con un liderazgo profesional y con habilidades de negociación.
3. Confianza en todo momento
Reunir información es el primero paso para desarrollar una estrategia. Después se pueden utilizar los datos recogidos, siempre que uno confíe en estos y en sus capacidades, para hacer apuestas calculadas. Perfeccionar esa comodidad con respecto al riesgo es un proceso que comienza por realizar pequeñas apuestas, en situaciones poco complicadas, para adquirir experiencia. "Por eso me gusta tanto el póker", añade Just.
Aconseja a la gente que empieza a trabajar, así como a nuevos jugadores de póker, comenzar a "tomar riesgos antes", ya que algunas de esas apuestas saldrán mal, y solo con el tiempo se aprenderán las lecciones.
"Me gusta hablar de algo llamado experiencia compuesta. Cuanto antes obtenga esos éxitos o fracasos, habré aprendido cada lección y entonces estas experiencias se amontonarán. Por lo tanto, asumir más riesgos de manera temprana permite más crecimiento y una perspectiva más amplia", explica la inversora.
4. Convivir con el riesgo
Para terminar, y cuando uno se sienta más cómodo asumiendo riesgos, entonces deberá gestionar los peligros. Si se pueden recordar las cartas ya repartidas, y se tiene una idea aproximada de la mano del rival basándose en sus apuestas anteriores, entonces uno será capaz de calcular las probabilidades de recibir una carta que complete una mano ganadora.
Si finalmente las posibilidades disminuyen con cada ronda, puede que entonces lo mejor sea retirarse. Just cuenta que aprendió esta habilidad cuando era joven, y que le fue muy útil para el póker. La dificultad de adquirir esta cualidad radica, según ella, en la tentación (a la que muchos sucumben) de intentar recuperar las pérdidas iniciales aumentando su apuesta, en vez de intentar cambiar el curso de la partida. Una vez más, Just dice que esto sirve para el juego y para la vida profesional.
"Cuando empezamos a ramificar PEAK6, cometimos un montón de fallos. Teníamos muchas áreas en las que intentamos cosas diversas, y fuimos capaces de detener las pérdidas muy rápido. Eso es sin duda lo que nos ha llevado hasta donde estamos hoy".