El mayor campo de batalla político en Cataluña este 28 de mayo será la pugna por la alcaldía de Barcelona, que se dirime con resultados muy igualados en las encuestas entre tres candidatos: La actual alcaldesa, Ada Colau; el socialista Jaume Collboni, y el exalcalde Xavier Trias. A corta distancia en los sondeos se sitúa también Ernest Maragall (ERC), mientras que Daniel Sirera (PP) persigue ganar representación a costa de Ciudadanos y Valents, que apuntan a quedar fuera del consistorio.
Entre los cinco candidatos principales, solo los programas electorales de Colau y Sirera sitúan a la economía en cabeza de sus propuestas, si bien con planteamientos antagónicos.
Los cinco coinciden en proponer medidas para aumentar el parque de vivienda a precios asequibles, mientras que las mayores divergencias se dan en las políticas de movilidad, con las supermanzanas peatonales, la unión del tranvía por la Diagonal y la ampliación del aeropuerto como principales cuestiones de desacuerdo.
En cualquier caso, entre los candidatos con opción a liderar el consistorio barcelonés, tanto Colau como Collboni y Maragall prometen más impuestos al turismo, pero no rebajas de la presión fiscal municipal, que es de las más elevadas de España.
Solo Trias plantea una revisión a la baja, pero sin especificarla. El debate sobre la independencia de Cataluña, muy presente hace cuatro años, ha quedado fuera en esta ocasión.
Respecto a los planes para aumentar ingresos municipales a costa del turismo, Colau promete incrementar el recargo municipal de la tasa turística al máximo que permite la ley "para alcanzar el nivel de otras capitales turísticas europeas"; crear una tasa para la actividad de guías turísticos, y subir la tasa de basuras a los pisos turísticos.
Collboni emplaza a "buscar mecanismos legales que permitan ampliar la fiscalidad turística", especialmente en actividades que afectan al visitante que no pernocta en la ciudad. También defiende fijar un porcentaje máximo de cruceros en tránsito (que no tienen a Barcelona como puerto base de inicio o final de la ruta sino que solo es una escala más en el recorrido).
Por su parte, Maragall afirma que impulsará la creación de tasas de ocupación del espacio público para aquellas actividades lucrativas que realizan "un uso intensivo de la vía pública"; trabajará para que las viviendas de uso turístico y las segundas residencias tributen con un tipo de IBI más elevado, y continuará desplegando el recargo municipal del impuesto catalán a las estancias turísticas.
Propuestas económicas
Colau (BComú), defiende en su programa su "modelo económico propio", y plantea avanzar en una fiscalidad basada en la tarificación según renta como medida distributiva y con "penalizaciones fiscales", por ejemplo, para locales comerciales vacíos. También prevé "poner freno a la masificación turística" (desde la reducción de los cruceros a la eliminación de licencias de pisos turísticos y el ya mencionado incremento de impuestos para la actividad turística) y combatir la "especulación inmobiliaria".
Además, pretende revisar el acuerdo municipal de posibilidad de apertura comercial los domingos y festivos en zonas turísticas porque "no parece que se estén cumpliendo las condiciones establecidas en materia laboral, al no respetarse la voluntariedad". Sus políticas de incentivos económicos se centran en la "economía social y solidaria", y persiste en el rechazo a la ampliación del aeropuerto.
Collboni defiende "unas finanzas municipales solventes", sin cambios para reducir la carga de tributos y tasas que dependen del ayuntamiento, pero sí para "ampliar la fiscalidad turística". También aboga por mantener la bonificación a la tasa de las terrazas de la hostelería mientras se conforma un nuevo modelo de tarifas consensuado con el sector, así como "flexibilizar" la ordenanza actual de las terrazas respecto a normativa y horarios, con tolerancia cero a los locales que incumplan. Asimismo, reivindica impulsar grandes acontecimientos internacionales, el turismo de negocios y transformar El Prat en un aeropuerto intercontinental.
Ernest Maragall (ERC) reivindica un "régimen fiscal propio" para Barcelona que sea progresivo, verde y que aporte los recursos suficientes para invertir en políticas sociales y afrontar "externalidades negativas que generan actividades de éxito como el turismo". Apoya captar más vuelos de largo radio y construir una nueva terminal en el aeropuerto, pero no menciona la prolongación de pistas.
Xavier Trias (Trias per Barcelona) recoge en su programa, apoyado por Junts, "revisar la presión fiscal" municipal, sin más concreción que los ejemplos de bonificar el IBI a las familias monoparentales y a quienes alquilen viviendas a menores de 35 años, o pagar por los residuos en función del nivel de generación.
Se suma a la defensa de Barcelona como capital de iniciativas de alcance internacional y destino de negocios, y a la reclamación de más vuelos intercontinentales, y exige que el Ayuntamiento de Barcelona participe en la gestión del aeropuerto, aunque sobre su ampliación se muestra ambiguo.
En este sentido, en un punto del programa insta a aprovechar el potencial de complementariedad de los aeropuertos de Girona y Reus respecto al de Barcelona, "que tiene un crecimiento cada vez más limitado en la parte de aire por sus condicionantes ambientales", mientras que más adelante promete: "Ampliaremos y promocionaremos las infraestructuras geoestratégicas de la ciudad, especialmente las infraestructuras digitales y todas las vinculadas al puerto y al aeropuerto de Barcelona".
Daniel Sirera (PP) es mucho más específico en materia económica, con medidas concretas de bajada de impuestos: propone rebajar un 30% el IBI y un 10% el impuesto de plusvalía, así como reducir el Impuesto de Actividades Económicas, el impuesto de vehículos y las tarifas de la zona azul. También plantea que los emprendedores que se constituyan como autónomos o pymes, independientemente de su edad, no paguen impuestos ni tasas municipales durante los tres primeros años de su actividad.
Asimismo, promete eliminar el recargo municipal a la tasa turística, libertad de horarios comerciales, simplificación administrativa, declaración responsable para iniciar obras o actividades sin tener que esperar meses a la licencia municipal, ampliar el aeropuerto y "profesionalizar" el puerto con una presidencia "no politizada".
Dispositivo electoral
Este domingo, de 9:00 a 20.00 horas, 5.490.046 catalanes están llamados a las urnas. Deberán escoger a los 947 alcaldes y alcaldesas y a los 9.139 concejales de los pueblos y ciudades de Cataluña. Para estas elecciones municipales se han habilitado 2.730 colegios electorales.
El dispositivo electoral cuenta con cerca de 10.000 trabajadores y trabajadoras de las diferentes administraciones públicas, principalmente de la Administración General del Estado y de los diferentes entes municipales, y con la movilización de 8.025 agentes: 1.100 del Cuerpo Nacional de Policía, 1.160 de la Guardia Civil, 3.891 del Cos de Mossos d'Esquadra y 2.974 policías locales.