
El inversor y filántropo estadounidense Warren Buffett, que cumplirá 93 años este verano, ha obtenido a lo largo de las décadas una fama internacional entre las personas a las que les interesa el mundo de la inversión. Tanto es así, que sus reuniones anuales con los inversores reúnen a decenas de miles de personas cada año en el Estado de Nebraska, en el cual reside.
En 2017, varias personas se propusieron diseccionar estas cartas anuales de Buffett a los accionistas, las cuales tratan temas como consejos de inversión, el rendimiento del mercado, o trucos de gestión. El objetivo era conocer qué se esconde detrás de su conocido optimismo, admirado incluso por Bill y Melinda Gates, los cuales dedicaron su propia carta anual del mismo año al inversor, del cual decían que su éxito en los negocios era posible gracias a su optimismo.
¿Qué dice la ciencia?
El científico de datos en la Plataforma Orchard y antiguo analista de BlackRock, Michael Toth, decidió calcular la inclinación del multimillonario por la positividad a lo largo de los años. Así, recopiló las cartas anuales de entre 1977 y 2016, midiendo los sentimientos reflejados por el magnate y encontrando una serie de patrones.
El resultado mostraba que, de los 40 documentos analizados, 35 mostraban un sesgo positivo y tan solo 5 uno negativo, pero esto requiere una aclaración. "Lo que me sorprendió es lo bien que se alienan esta cartas negativas con eventos de recesión económica", argumentaba Toth. De hecho, este análisis de los sentimientos mostrados por el inversor, se refleja su capacidad para equilibrar el optimismo con el realismo.
Concretamente, los años en que Buffett no se mostró optimista fueron aquellos en los que tuvieron lugar el Lunes Negro de 1987, la recesión de 1990, los ataques terroristas del 11-S (2001), el colapso de la burbuja de las puntocom (2001 y 2002) y finalmente la Gran Recesión de 2008.
La importancia del vocabulario
"Utiliza palabras como 'espectacular', 'excelente' o 'extraordinario' que, para mi, comunican la gran confianza que pone sobre su optimismo, así como que está cómodo a la hora de entregarse a dicha emoción y a la hora de expresarla. Con respecto al vocabulario negativo, especialmente con palabras como 'inusual' o 'difícil', parece que se refiere simplemente a desafíos o a circunstancias únicas", explicaba detalladamente Toth.
"Para mi, esto comunica que incluso en los momentos que invitan al pesimismo, Buffett está pensando en posibles soluciones y en el trazado de un camino hacia delante", continuaba el experto.
"Normalmente es una persona positiva. Cuando las cosas no marchan bien, el mismo está cómodo admitiendo que se siente bien comunicando a los demás tanto cuando el rendimiento de Berkshire es pobre, como cuando es problema del mercado. Esa es una cualidad importante para un líder", explicaba.