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El empresario que se hizo rico cuando era joven y decidió mantener su éxito en secreto durante años

  • Adnan Ebrahim creó Car Throttle mientras estudiaba en la universidad
  • El emprendedor actualmente dirige MindLabs
Foto: Adnan Ebrahim/BBC.

Existen casos de empresarios que sus exitosas carreras comenzaron entre las cuatro paredes de sus habitaciones de adolescentes. Así le pasó Adnan Ebrahim, quien logró el éxito financiero a temprana edad gracias a la creación de contenido. Pero, a diferencia de otros emprendedores, decidió mantener su éxito en secreto durante años.

"Siempre me ha fascinado internet, desde que tengo uso de razón. Pasé mi adolescencia en línea, construyendo comunidades y negocios, creciendo en los suburbios de Surrey (Reino Unido)", cuenta a la BBC el emprendedor tecnológico de 32 años.

La primera vez que vio el potencial financiero de internet, explica al medio, "fue después de comenzar a vender unas pulseras populares en 2005-2006 a mis compañeros de la escuela". Años más tarde, y también desde su habitación, cuando era estudiante, fundó el sitio web Car Throttle, una comunidad en línea para entusiastas de los automóviles.

Eso fue una muestra de que desde temprana edad tenía un espíritu emprendedor. Aunque generó rápidamente altos ingresos, "tenía el temor de contarlo, incluso a mis padres", declara el empresario.

Primeros negocios

El primer negocio de Ebrahim fue cuando empezó a realizar ventas en línea de pulseras populares. Más adelante, a los 16, intentó vender iPods, pero lo engañó un proveedor. "Perdí un par de miles de libras, resultó ser un vendedor falso", confiesa el empresario. De esta forma, decidió ingresar al mundo de los blogs, algo que resultaría mucho más rentable.

Adnan tenía fascinación por los coches, así que empezó a escribir sobre ellos. Pero fue un proyecto secreto en sus inicios. "Regresaba a casa de la escuela todos los días, escribía algunos artículos, publicaba. Al día siguiente, miraba cómo les iba, veía el tráfico... miraba cuántos centavos ganaría con los clics de AdSense", explica al medio.

Adolescente de bajo perfil

Ebrahim rápidamente vio cómo con su proyecto empezó a facturar miles de euros al mes. Vendió el negocio a los 18 años, después de haberlo mantenido en secreto ante sus padres, hasta que necesitó, de ellos, sus firmas para los documentos legales.

"Fue extraño, pero me gustó el hecho de que nadie más supiera lo que estaba haciendo. Fue como una vida paralela que tuve en línea", recuerda el emprendedor. Sin embargo, también estaba un poco avergonzado de su éxito, "tardé en contarles a mis amigos", agrega.

"Estaba un poco avergonzado de haber creado esta segunda vida que nadie más conocía. Había estado escribiendo y blogueando; tenía un poco de miedo de lo que la gente pensaría al respecto", argumenta.

Incluso una vez que dejó la escuela y fue a la universidad, donde lanzó Car Throttle, decidió no compartir esta parte de su vida con nadie. "No les dije a mis compañeros de piso hasta el segundo año de vivir con ellos. No tenían idea de que lo estaba haciendo en línea", dice.

En este contexto, el periodista e investigador de nuevas empresas tecnológicas, Trevor Clawson, explica que "hay una serie de razones por las que pueden optar por mantener un perfil bajo, al menos al principio. El miedo a la crítica puede ser un factor. Cuando estás desarrollando una idea, no es necesariamente útil la crítica de amigos o socios que no comprendan el concepto, especialmente antes de que se haya desarrollado por completo".

Complejo de inferioridad

Al respecto, Ebrahim dice al medio que le tomó "bastante tiempo" darse cuenta de que su negocio era lo suficientemente "interesante" como para compartirlo con sus amigos. "Pensé que era un poco geek y que la gente realmente no se conectaría con él".

Las actitudes hacia las empresas tecnológicas eran diferentes entonces a lo que son ahora, recuerda. "Creo que las vidas digitales se veían un poco turbias. Una parte secreta de mi personalidad existía en línea y eso no era algo que estuviera dispuesto a compartir con el resto del mundo en ese entonces".

Ganancias y Forbes

"El número del millón comenzó a llegar bastante rápido, en 2013, 2014, tanto en términos de la valoración de nuestro negocio, en términos de alcanzar nuestro primer millón de libras en ingresos, alcanzar nuestro primer millón de suscriptores en YouTube, tener nuestro primer millón de fans en Facebook. Realmente estábamos ganando ritmo", explica.

Vendió Car Throttle en 2019 a Dennis Publishing, habiendo conseguido una audiencia de más de 15 millones de seguidores y 2.500 millones de visualizaciones de videos. Fue tal su éxito, que Ebrahim fue nombrado uno de los 30 menores de 30 años más exitosos de la revista Forbes en 2020.

Dice que, si bien no se arrepiente de las decisiones que tomó en el pasado, incluso de los errores, desearía haber sido "más agresivo con las oportunidades". "Creo que cuando eres tan joven, tienes muchos complejos de inferioridad", agrega.

El joven empresario ahora es director ejecutivo de MindLabs, una startup de salud mental, cofundada con su socio comercial Gabor Szedlak.

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