
La socióloga de la Universidad de Stanford, Marianne Cooper, asegura que compaginar un trabajo a tiempo completo y la crianza de hijos es un gran desafío, que para algunos padres puede suponer un agotamiento laboral o incluso puede llevar a que interrumpan su trayectoria profesional. Afirma que esta realidad ha empeorado desde el inicio de la pandemia, especialmente para quienes tienen niños pequeños.
"Mi sensación es que la gente sigue pasándolo mal, porque no hay suficientes huecos para el cuidado de niños. Sigue sin ser algo asequible, y se han estado dando niveles significativos de problemas en los niños y en sus padres. Y puedo ver cómo se va sumando hasta que los padres lleguen al punto en el que digan: 'No se si puedo seguir trabajando'", explicaba Cooper a CNBC Make It.
Un punto de inflexión
Interrumpir la trayectoria laboral es una decisión muy importante, especialmente para aquellos padres y madres que se vean ante el dilema de escoger entre una familia más unida y feliz, o uno mayores ingresos y trabajo estable. De acuerdo con la socióloga, muchos no tienen otra opción debido a la falta de alternativas de cuidados, o al agotamiento que supone dedicar grandes cantidades de energía en el trabajo y en el hogar.
De acuerdo con un estudio llevado a cabo por la startup de cuidado de niños Vivvi, que en colaboración con The Mom Project y Werklabs preguntó a más de 5.500 personas en octubre, los padres cuyos hijos tienen entre 2 y 5 años de edad están hoy más cerca de optar por esta decisión de priorizar a sus familias, en detrimento de sus empleos.
Pero para quienes puedan estar ante este dilema, Cooper comenta que hay más opciones de las que uno se piensa. Para "mejorar una realidad muy difícil" y ayudar a quienes quieran criar a sus hijos sin sacrificar el éxito profesional, la socióloga sugiere tres maneras de alcanzar ese equilibrio.
Ser realista y no demasiado duro
Para empezar, Cooper pide a los padres que no luchen por lo que puedan entender por perfección, pues dudosamente lo lograrán. "No se trata de ser el padre perfecto, sino de ser un buen progenitor y tener cierto equilibrio entre dedicar todo tu tiempo al trabajo o a la familia", comenta.
Admite que es normal que un padre o madre sienta que no le dedica a sus hijos todo el tiempo que debería. "Esta sensación de que nunca eres tan exitoso ni lo haces tan bien como deberías en cada ámbito es muy dura, y hace que las personas se sientan muy mal", explica. Sin embargo, ningún padre puede estar todo el día con sus hijos, ni trabajar incesantemente sin descansar la cabeza.
Es por esto que Cooper aconseja no aferrarse nunca a estándares imposibles, y dice que que dividir el tiempo entre ambas vidas no es algo por lo que alguien deba autoflagelarse. Esta es, a pesar de todo, una de las pocas cosas que se pueden controlar dentro de una situación tan compleja como la presente.
La ayuda del jefe comprensivo
La socióloga dice que, debido a la naturaleza impredecible de la vida familiar, la flexibilidad laboral es crucial para poder mantener un equilibrio sano. Un ejemplo de ello son los jefes que permiten a sus trabajadores con hijos cambiar de horario cuando necesiten priorizar asuntos familiares. Esto implica que confíen en que, a pesar de los cambios, rendirán como deben y dentro de los plazos. Sin embargo, otras empresas son más rígidas con el cuándo y el dónde trabajar.
"Ese tipo de cultura laboral implacable es muy dura para padres y madres", asegura Coopera, añadiendo que lo mejor que se puede hacer es optar por una compañía en la que "la cultura de oficina se centre más en lograr ciertas metas y resultados, y no es dónde y cuándo se cumplen los mismos". Por esto la misma pide plantear al jefe la posibilidad de una mayor flexibilidad. Pero recuerda que encontrar la situación idónea puede pasar por cambiar de trabajo, apostando por aquel que permita trabajar desde el hogar o que tenga unos plazos más amigables.
Es obvio que no todo empleo, y ni siquiera toda industria, simpatiza con el trabajo a distancia, pero gracias a la pandemia se han normalizado considerablemente tanto este como el formato híbrido. Esto no quita que trabajar desde casa y estando con los hijos no cause inconvenientes ni distracciones, pero un estudio de Catalyst mostró en 2021 que las madres trabajadores tendrán un 32% menos de posibilidades de renunciar a su empleo si se les permite teletrabajar.
La comunicación familiar
Si uno se siente quemado por la situación, Cooper pide no tomar decisiones impulsivas, sino juntarse con la familia y hablar del tema, para compartir distintas perspectivas y soluciones. Alejarse del trabajo nunca debe ser la primera opción, especialmente porque suele desembocar en problemas financieros a medio o a largo plazo. Y la misma dice que este problema puede afectar más a las mujeres, que suelen ser más proclives a afrontar el grueso de los cuidados familiares, y por tanto podrían verse más presionadas que los hombres para dejar su trabajo.
"Puede ser muy complicado reinsertarse en la vida laboral, una vez abandonada. A menudo, las mujeres están atrapadas en trabajos a media jornada o con bajas remuneraciones. Por tanto, existe una serie de penalizaciones reales que la gente experimenta", argumenta Cooper.
Finalmente, para los progenitores que sientan que sus esfuerzos se hacen insostenibles, y que sientan que han agotado todas sus opciones, la socióloga pide probar con un trabajo a media jornada, siempre antes que dejar de trabajar. También puede servir el hecho de situar en el calendario una fecha para volver a trabajar. "Es comprensible que la gente, especialmente en los últimos años, haya llegado hasta ese punto. Deberíamos estar pensando sobre trabajos con la idea de que la gente necesitará tomarse un tiempo, sea por sus hijos o por su propia salud", asegura Cooper.
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