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¿Por qué alguna gente parece más afortunada que otra? Esto dice un profesor de psicología

  • Wiseman encontró 4 rasgos comunes en las personas "suertudas"
  • Estas cualidades se basan en una actitud y predisposición determinadas
  • Las tres primeras provocan que el individuo "afortunado" sea resiliente
Persona con suerte (Dreamstime).
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Richard Wiseman, profesor de psicología de la Universidad de Hertfordshire y autor de "El Factor Suerte", asegura que la actitud y las acciones pueden aumentar las posibilidades de ser afortunado. Y es que la suerte, por definición, es un elemento que se basa en la probabilidad.

En el año 2003 Wiseman publicó un estudio en el que, tras hablar con 400 personas que se catalogan a sí mismas como "afortunadas" o "desafortunadas", encontró que los primeros (que lo son tanto en ámbito personal como profesional) respondieron de manera similar ante diversos escenarios.

Así, de acuerdo con el trabajo de Wiseman, existen hasta 4 rasgos comunes en las personas con suerte.

Flexibilidad en sus objetivos

La gente con suerte no cuenta con solo una manera fija de alcanzar sus objetivos. Su mayor flexibilidad, de acuerdo con el estudio, les ha llevado a situaciones donde es más probable que conozcan y trabajen con personas nuevas.

"Es fácil que las personas agoten las oportunidades que tienen en la vida. Continúa hablando con los mismos, de la misma manera, y haciendo la misma ruta para ir y volver del trabajo. Sigue yendo a los mismos sitios de vacaciones. Pero son las experiencias nuevas, e incluso las aleatorias, las que brindan el potencial para obtener nuevas posibilidades", asegura Wiseman.

Decisiones rápidas por instinto

Los test de personalidad que observó el experto en psicología muestran que las personas catalogadas de "desafortunadas" suelen ser más tensas y ansiosas, pues la ansiedad puede llevar hacia la indecisión.

Por su parte, quienes se consideran "suertudos" suelen escuchar a su intuición y tomar medidas con mayor diligencia. Y precisamente por creer en su instinto, tienden más a actuar y a exponerse (y por tanto descubrir) a nuevas posibilidades.

Ver el vaso medio lleno

El trabajo de Wiseman también indica que las personas "afortunadas" son más positivas, pues normalmente encuentran algo que invite al optimismo incluso en situaciones "desafortunadas". Por ejemplo, el mismo pidió a los participantes que se imaginen un escenario en el que están esperando en un banco, y de repente "un ladrón armado accede, dispara y la bala les alcanza en el brazo".

"La gente menos afortunada tiene a comentar que esto es algo muy desventurado, y que simplemente se debe a su mala suerte el hecho de haber estado presentes en ese momento", argumenta Wiseman.

"Pero por su parte, los otros veían la situación como algo más ventajoso, diciendo muchos de ellos que podría haber sido peor", comenta. Añade que uno de los encuestados le afirmó: "Es suerte porque podrías haber recibido el disparo en la cabeza, y además porque puedes vender tu historia a algún medio y ganar algo de dinero".

Aguante y perseverancia

Finalmente, Wiseman encontró que las personas "afortunadas" se recuperan sin importar las circunstancias. "Suelen pensar de forma espontánea que la mala suerte que han tenido podría haber sido peor, algo que les hace sentirse mucho mejor consigo mismos y con sus vidas", añade.

"Esto, a futuro, ayuda a la persona a mantener sus expectativas de futuro altas y a aumentar la probabilidad de que sigan viviendo una vida con suerte", señala Wiseman.

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