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Balance de la fuga de sedes cinco años después: Cataluña pierde 4.671 empresas y 12 cotizadas

  • La sangría frena tras dos años frenéticos, aunque el saldo sigue negativo
  • La fiscalidad sustituye la motivación política, denuncian las patronales
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El mundo empresarial respondió con dureza al referéndum del 1 de octubre de 2017 en Cataluña. Miles de empresas se valieron de un decreto aprobado de urgencia por el Gobierno para llevarse la sede social fuera del territorio. No solo las grandes, también compañías de medio y pequeño tamaño usaron la vía de escape. Con la rebaja de la tensión soberanista, el camino de salida está cada vez menos transitado, por el territorio no logra todavía atraer más sociedades de las que se marchan. En el último lustro, hasta 4.671 se han mudado. Y los motivos políticos no son la única justificación, lamentan organizaciones empresariales.

Según los datos del Colegio de Registradores a los que ha tenido acceso elEconomista.es, el ritmo de salidas ha aminorado, aunque el goteo se mantiene. En 2017 Cataluña perdió 1.988 compañías entre las llegadas y las salidas. En 2018 todavía fueron 1.892. En aquellos dos años se marchó el grueso de las firmas catalanas. En 2019, el saldó fue de –324; en 2020, de –150; en 2021, de –326; y en el primer semestre de 2022, de –81.

Aunque la comunidad ha conseguido captar importantes inversiones internacionales en los últimos meses, tal y como explicaba este medio en la Revista Catalunya, todavía no logra seducir al empresario español. Y en el mundo patrona se considera que las razones políticas ya no son el único motivo: la fiscalidad y las dificultades administrativas serían ahora otros argumentos.

Un estudio reciente de la Cámara de Comercio de Lleida señalaba que la provincia había perdido hasta 428 empresas en cinco años. Compañías que pusieron rumbo a Madrid por motivos fiscales o a Huesca por las facilidades administrativas que pone Aragón para captar las sedes de estas compañías.

La fiscalidad y las trabas administrativas son ahora dos de los motivos que provocan la salida de empresas

Mientras organizaciones como Foment del Treball critican "la fiscalidad asfixiante y confiscatoria" de Cataluña, piden a la administración que se concentre en facilitar el regreso de las empresas que se marcharon. Con facilidades administrativas y con estabilidad política, algo que, a su juicio, podría mejorar en el territorio, aunque ha sido capaz de mantener su peso en el PIB español. La comparativa se fija con Madrid, que crece más que Cataluña y ya en 2017 superó a la comunidad presidida hoy por Pere Aragonès.

El retorno de sedes está en la agenda del presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, que lo convirtió en una prioridad en su mandato al frente de la patronal. Los intentos del exdiputado para lograrlo fueron hasta el momento infructuosos, pues ninguna de las grandes compañías que se marchó hizo el camino inverso.

"Siendo sincero, si hubiese conseguido que las sedes volvieran no me hubiera vuelto a presentar", admitió Sánchez Llibre hace meses antes del último proceso electoral. El dirigente admitió que la operación retorno será uno de los puntales del nuevo mandato, aunque también lo era del anterior y no tuvo éxito. "No lo hemos logrado hasta el momento, es cierto, pero tengo ganes e ilusión, sé que no será fácil, pero no creo que sea una misión imposible", dijo.

La 'operación retorno' solo cuenta con la vuelta de Agbar

Sin embargo, solo Agbar decidió volver a Cataluña en 2018. Del resto, todavía no hay noticias. Ninguna de las grandes cotizadas -se han perdido 12- que se fueron ha hecho pasos para retornar. Y eso que en empresas como Cementos Molins el caso llegó a judicializarse por las reticencias de parte de la familia Molins al traslado.

En el mundo empresarial eso sí se empieza a vislumbrar la puerta a una vuelta paulatina de las pequeñas y medianas empresas que se marcharon. La mudanza a Madrid y otros puntos de la geografía española les obliga legalmente a hacer los consejos de administración y las juntas en su nueva sede –algunas no cumplen-, por lo que cinco años después muchos creen que ha llegado el momento de retornar. Las voces más optimistas consideran que se producirá un goteo de regresos en los próximos meses.

No parece que vaya a ser de los grandes nombres. De las 25 cotizadas en el mercado continuo con sede operativa en Cataluña, una docena se marcharon con el procés. Solo Grifols y Fluidra tienen el domicilio social en la comunidad en un Ibex 35 en el que también están Caixabank, Banco Sabadell, Naturgy, Colonial y Cellnex. Más complicado parece una operación retorno de estas grandes organizaciones.

El consuelo: que la mayor parte de las salidas obedecen a un efecto Delaware, en el que se cambia la sede social pero la actividad operativa se mantiene en Cataluña.

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