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La cara B del Mundial de Qatar: pobreza encubierta, salarios de 275 dólares...

Foto: Alamy

El Mundial más caro de la historia arrancó el pasado 18 de noviembre. Qatar, anfitriona del torneo de fútbol más aclamado, invirtió la friolera de 220.000 millones de dólares en infraestructuras, estadios, complejos... Todo un lujo de detalles con el objetivo de que no falte de nada en la cita que los qataríes llevan esperando desde hace 12 años, fecha en la que se le otorgó la organización del campeonato.

Qatar es uno de los países más ricos del mundo gracias al dinero del gas y del petróleo. Gracias a esto y a un Producto Interior Bruto (PIB) de 180.000 millones de dólares, este país ha conseguido atraer a cientos de miles de migrantes que actualmente viven en barrios aislados y peor comunicados, lejos de las zonas frecuentadas por turistas y aficionados.

Muchos de los migrantes llegan de países como India, Bangladesh, Nepal o Pakistán, no tienen cualificación y apenas hablan inglés. "Aunque aquí tienen mejores condiciones de vida que en sus países de origen, una parte importante vive con lo justo, bajo salario mínimo y compartiendo una habitación de seis para mandar dinero a sus países", cuenta un trabajador pakistaní a la BBC.

Hablar de situación de pobreza en Qatar es "complicado". "Hay que protegerse porque las autoridades intentan controlar", confiesa el trabajador. En un país donde qataríes y expatriados occidentales pueden ganar decenas de miles de dólares al año, muchos empleados sin cualificar apenas superan el salario mínimo mensual, establecido en 275 dólares.

En concreto, Qatar tiene alrededor de 3 millones de habitantes, de los cuales solo 350.000 son qataríes que, junto con los expatriados occidentales, cuentan con altos salarios y grandes beneficios sociales. Aunque convertirse en qatarí no es un asunto fácil, ya que se necesitan cumplir una serie de requisitos. En total, la cifra de personas que logran la nacionalidad se reduce a menos de 80 por años.

Durante el Mundial, las autoridades de Qatar están cerrando todas las fronteras terrestres, marítimas y aéreas mientras. Por tanto, del 1 de noviembre al 23 de diciembre, sólo podrán entrar en el país quienes participen en la competición o apoyen a los jugadores. Su pase será la Hayya Card, una tarjeta de identificación de los hinchas emitida por el Gobierno. 

Mejoras

Uno de los temas a los que no ha podido escapar Qatar es la esclavitud sufrida por parte de los trabajadores que se ocupaban de las obras en los estadios del Mundial. Empleos de casi 20 horas, siete días a la semana y a 50 grados fueron algunas de las causas que provocaron 6.500 muertes desde 2010, según una información de The Guardian

Ante esto, Qatar busca lavar su imagen y para ello las reformas implementadas por el país están mejorando las condiciones laborales para la mayoría de los trabajadores extranjeros. "Se ha logrado un progreso significativo para garantizar que las reformas se implementen de manera efectiva", cuenta para la BBC un portavoz del gobierno de Qatar. En este sentido, "el número de empresas que incumplen las reglas seguirá disminuyendo a medida que se implementen las medidas de cumplimiento", aseguró.

Por suerte, Qatar abolió en 2020 el sistema kafala (sistema de patrocinio), que consiste en un modelo de explotación laboral que permite monitorizar a los trabajadores migrantes. La práctica está extendida en estados islámicos del Golfo Pérsico como Arabia Saudí, Bahréin, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Líbano y Omán.

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