Cuando el multimillonario emprendedor Mark Cuban compró los Dallas Mavericks en el año 2000, tras desembolsar 285 millones de dólares, decidió situarse junto a un grupo de nueve responsables de ventas en una oficina diáfana. Un una reciente entrevista con la revista estadounidense GQ, Cuban explicó que en aquel momento no le interesaba contar con su propio espacio, sino que su objetivo era trabajar junto al equipo de ventas y ganarse su respeto.
"Quería que todos aquellos que trabajaban conmigo vieran que si les decía que hicieran algo, yo lo haría también", comentó a la revista. "Si llevas una compañía y puedes alinear tus intereses con los de la gente con la que trabajas, entonces las cosas te saldrán bien".
La intención de mejorar las cosas
Mark Cuban explicaba que fue tras el primer partido en casa de su equipo local, en el año 1999, cuando decidió comprarlo. Por aquel entonces tan solo era poseedor de un abono de temporada. Explica que le sorprendió el hecho de que no se agotasen las entradas, por lo que compró el equipo para mejorar su situación y vender más tickets.
Cuban dijo que cuando materializó la adquisición de los Mavericks puso su escritorio en el centro del "bullpen". Entonces, durante esos días sacó una guía telefónica con las listas de viejos clientes y comenzó a llamarles en frío.
Como quería predicar con el ejemplo, Cuban comenzó a compeler a antiguos seguidores a volver a ver los partidos: "¿Te das cuenta de que ahora es más barato venir a ver a los Mavericks que llevar a tu familia a un McDonalds" o "Al primer partido invito yo" eran dos formas recurrentes de traerles de vuelta.
Los efectos de la actitud de Cuban
El valor de los Dallas Mavericks ha crecido consistentemente desde su adquisición por Cuban. El valor del equipo en 2014 era de 765 millones de dólares, mientras que en la actualidad la cifra ha ascendido hasta los 3.300 millones de dólares. De acuerdo con la revista Forbes, el equipo es el octavo más valioso de la NBA, y su valor supera en 440 millones a la media de valoraciones de todos los equipos de la liga de baloncesto.
En un reciente capítulo del podcast "ReThinking with Adam Grant", Cuban asegura que despidió a socios del negocio y se deshizo de algunos jugadores por sus personalidades. Afirmaba que le da gran importancia a la cohesión del equipo, por lo que no le gustan los individuos combativos o solo centrados en sí mismos.
"La cultura y la química son fundamentales para triunfar. Un equipo puede tener a un zopenco, pero no puede tener a dos. Uno solo se adapta, dos pasan el rato juntos", especificaba Cuban.