
Dos hitos marcan la coyuntura que se vive en Estados Unidos: las elecciones intermedias y las cuestionadas decisiones de Elon Musk en su llegada a Twitter. Ambas, directamente relacionadas para Edward Pérez, exjefe electoral de la señalada red social y exsupervisor del equipo de productos dedicado a la integridad cívica.
A fines de 2020, Donald Trump irritó a sus seguidores a través de su cuenta de Twitter después de perder rotundamente las elecciones presidenciales. Ante ello, y su llamado a movilizar a una mafia para asaltar el Capitolio de los Estados Unidos, la red social tomó medidas drásticas y le bloqueó su cuenta.
Estas fueron las últimas grandes secuelas que dejó una jornada política electoral a nivel mundial en Twitter. Si bien Trump no podrá opinar sobre los comicios de noviembre en la red, y ninguna cuenta previamente prohibida por infringir las reglas de Twitter se restablecerá, el exdirector de la integridad electoral de la red social dice a Wired que hay que estar preocupados.
Control en tiempos de agitación
Al unirse a la empresa en septiembre de 2021, el rol de Edward Pérez era mantener seguro a Twitter durante tiempos de gran agitación, como las elecciones, desde la perspectiva del producto. Mientras Musk tiene un caos en la red social y las elecciones en Estados unidos están en marcha, Pérez siente que tiene que hablar.
"Realmente me preocupa que parezca que el drama en torno a la adquisición corporativa está absorbiendo todo el oxígeno de la sala", dice a Wired Pérez, quien ahora es miembro de la junta del Instituto OSET, un grupo no partidista dedicado a la seguridad e integridad electoral. "Ese enfoque en el psicodrama de Musk está dando como resultado una atención potencialmente inadecuada en estos temas relacionados con las elecciones", agrega.
Musk pone en duda el "prestigio" de Twitter
A las palabras de Pérez, se suman las de Steven Buckley, profesor de medios y comunicaciones especializado en política estadounidense y redes sociales en la City University de Londres, quien señala a Wired que "si uno estuviera buscando arruinar la integridad cívica de Twitter y disminuir su papel en la esfera pública, tomaría todas las medidas que Musk está tomando actualmente".
"El despido de moderadores de contenido y los planes de pago por verificación, combinados con los tuits groseros e infantiles de Musk, simplemente disminuyen el prestigio que tiene Twitter como foro público", agrega Buckley.
Defensa y protección de la democracia
Para Pérez, el tema se trata de defender y proteger la democracia. "No me queda del todo claro, particularmente en el contexto político, que Elon Musk comprenda completamente el grado de responsabilidad social que recae sobre sus hombros y el daño real, el daño político, la violencia política y la división que pueden surgir de las redes sociales", advierte.
Los recortes de personal y la vulnerabilidad a la "manipulación"
Es increíble para Pérez que Musk haya tomado la decisión de recortar el número de empleados en Twitter a la mitad, solo unos días antes de las elecciones intermedias, lo que podría dejar la plataforma abierta a la manipulación. "Me cuesta imaginar que no tendrá un impacto material, porque simplemente no se puede hacer ese trabajo muy, muy complejo sin tener suficiente gente", dice.