El Jumbo Kingdom estuvo 46 años amarrado en el puerto de Hong Kong. Sus grandes y lujosas salas han albergado encuentros con algunas de las principales personalidades políticas (como la reina Isabel II), estrellas de cine (Tom Cruise) y otros muchos.
Tras prácticamente medio siglo operando, este lugar levantó el ancla y se dirigió rumbo a un destino desconocido para no volver a ser visto. Tan solo unas jornadas más tarde de su marcha del puerto de Hong Kong, el Jumbo Kingdom se hundiría en el Mar de China. La prensa local cubrió de manera extensiva el suceso, pero sin llegar a desvelar el misterio en torno al hundimiento de una joya del patrimonio de la ciudad.
La compañía Aberdeen Restaurant Entrerprises, propietaria del navío sobre el que descansaba este gran comedor, comentó que la estructura se hundió hasta una profundidad de 1.000 metros, lo cual hacía "muy improbable" poder recuperarla. A parte de ese dato, lo único que la organización mencionó fue que no hubo heridos, sin ni siquiera explicar hacia dónde se destinaba el restaurante.
Algo de luz entre tanta penumbra
La guardia costera de Hong Kong sí mencionó que la embarcación había partido camino de Camboya, pero que había naufragado cerca de un archipiélago situado a 700 kilómetros al sur de la región, llamado Islas Parcelso. Cabe añadir que el barco y su estructura, aunque renovados en varias ocasiones desde su creación en 1976, habían sido construidos a mano.
Otra incógnita en cuanto al suceso tiene que ver con el motivo del desplazamiento. Se sabe que la compañía sufría de problemas económicos para mantener el Jumbo Kingdom desde hacía varios años. Concretamente, según Bloomberg el dueño de la embarcación hablaba de unas pérdidas 12,7 millones de dólares en la última década, y la situación era tan negativa que incluso se plantearon donar la estructura. Por su parte, los motivos que dio la empresa es que lo sacaban del puerto para llevar a cabo algunas reparaciones.
La historia del Jumbo Kingdom
La historia del Jumbo Kingdom comenzaba con los pescadores de la Bahía de Aberdeen, que en los años 50 comenzaron a crear pequeños restaurantes flotantes sirviéndose de sus embarcaciones. Tras aumentar su fama y éxito, algunas empresas optaron por crear grandes restaurantes en los que cupiese un gran número de comensales.
Sin Pui-on, vecino de la zona conocedor de la historia de estos negocios, explicaba en el South China Morning Post que: "Los restaurantes fueron creciendo hasta convertirse en restaurantes flotantes de mayor envergadura, que empezaron a atraer a muchos turistas".
El gran restaurante tenía capacidad para 2.300 comensales. Con sus 76 metros de longitud, era considerado el comedor flotante más grande del mundo. En sus últimos años se convirtió en tan solo una sombra de lo que anteriormente fue, después de haber albergado escenas de películas como El hombre de la pistola de oro, Protector (en 1985) o Contagio (en 2011).
Jumbo Floating Restaurant
La versión anterior al Jumbo Kingdom, el Jumbo Floating Restaurant, había sido la gran apuesta de la ciudad cuando comenzó su construcción en 1970. Sin embargo, un incendio se desencadenó antes de su inauguración, suceso en el que murieron 34 personas y que provocó la cancelación del proyecto.
Sobre la estructura que soportó el fuego se construyó el Jumbo Kingdom, a decisión de los dueños del navío. En 1976 se inauguraba un restaurante decorado como un palacio de la dinastía Ming, donde hasta sus cuadros y figuras estaban creados a mano. Por sus salones pasaron más de 30 millones de personas, que degustaban comida tradicional cantonesa y gran variedad de mariscos.
Ya en el siglo XXI, en 2003 se amplió para añadir tiendas, bares e incluso un museo que trataba de la pesca local. Su triste final llegó con la pandemia, que causó dos años de cierre y la incapacidad de sus dueños de pagar unos cuantiosos gastos de mantenimiento.