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De bebé abandonado en la basura a montar una empresa que vale 60 millones

  • Freddie Figgers comenzó su carrera a los 9 años con un ordenador averiado
Foto: Freddie Figgers.

"Los niños solían burlarse de mí; me llamaban 'bebé basura', me decían 'nadie te quiere... eres sucio'", fueron las primeras palabras que confesó a la BBC, Freddie Figgers, emprendedor tecnológico estadounidense, inventor y fundador de Figgers Communication y la Fundación Figgers. "Recuerdo ocasiones en las que me bajaba del bus escolar y niños me agarraban y me tiraban en botes de basura y se reían de mí", agregó en la entrevista para el programa "Outlook".

Figgers, quien actualmente tiene 33 años, es el vivo retrato de aquellos que superaron los obstáculos más duros de la vida para llegar al éxito. Obstáculos que tuvo que enfrentar cuando solo tenía días de vida y fue abandonado en un contenedor de basura en un sector rural de Florida, Estados Unidos.

En 1989, Freddie fue acogido por una familia. En ese entonces su padre adoptivo, Nathan, tenía 74 años y su madre adoptiva, Betty May, 66. Nathan y Betty tenían hijos propios y habían acogido a decenas de otros niños a lo largo de los años. Freddie fue uno más.

Cuando Freddie empezó a hacer preguntas, Nathan le explicó su historia. "Me dijo: 'Te lo voy a contar sin rodeos. Tu madre biológica te abandonó y como yo y Betty no queríamos mandarte a casas de acogida, te adoptamos'. Yo me sentí como basura y siempre me acuerdo que me agarró por los hombros y me dijo: 'Nunca dejes que eso te indisponga'", contó el joven empresario.

"Mis padres me dieron todo el amor que alguien pudiera querer jamás. Hicieron todo por mí. Nunca sentí la necesidad de buscar a mi familia biológica porque mi mamá y mi papá, mi Betty y mi Nathan, lo eran todo para mí, y yo los amaba", añadió al medio.

Buceo de basura

Cuando Freddie tenía 9 años, Nathan tenía dos trabajos, como operario de mantenimiento, y Betty May era trabajadora agrícola. Aunque no tenían mucho dinero, le compraron al menor, por ese entonces, un regalo que cambió todo: un ordenador Macintosh... averiado, según relata BBC.

"Yo estaba feliz. Como no prendía, lo desarmé y me di cuenta de que un componente estaba roto y todo fluyó naturalmente. Tome partes de un radio despertador y las soldé y tras unos 50 intentos finalmente logré que el ordenador funcione. Fue entonces que supe que eso era lo que quería hacer en mi vida", confesó.

Lenguaje de ordenador y trabajo con 12 años

Poco después de aprender el lenguaje de los ordenadores, consiguió su primer trabajo. A los 12 años de edad en el laboratorio de ordenadores de su colegio. En esa época, la directora ejecutiva del programa era la alcaldesa de la ciudad de Quincy y cuando vio lo que Freddie había hecho quedó asombrada, les pidió permiso a sus padres y se lo llevó al ayuntamiento.

Tres años después, cuando tenía 15 años y seguía trabajando para el ayuntamiento, una firma ofreció un programa para monitorear los medidores de presión de agua por 600.000 dólares. Los funcionarios pensaron que era mejor idea encargárselo a Freddie, quien creó el programa que necesitaban por el mismo salario que le venían pagando. "Para entonces, la escuela me aburría así que decidí dejarlo y empezar mi propio negocio, aunque mis padres no estaban de acuerdo", explicó.

El zapato ubicable de su padre

Cuando Freddie tenía 17 años, Nathan, su padre, se enfermó de Alzheimer. "Salía de casa pensando que lo estaban persiguiendo y a veces olvidaba ponerse la camisa o el pantalón, pero noté que nunca dejaba de ponerse los zapatos", recordó.

"Así que les abrí las suelas, les puse un circuito, con un micrófono, un parlante y una tarjeta de red de amplio alcance e integré eso con mi laptop. Todo esto era antes de que existieran Apple o Google Maps, así que lo integré con Tomtom para que cuando mi padre desapareciera yo pudiera presionar un botón en mi computadora y preguntarle dónde estaba", agregó el joven emprendedor.

Tecnología GPS

Los zapatos de su papá se convirtieron en un medio de comunicación y artilugio para ubicarlo. El GPS que había creado le permitía además saber exactamente dónde estaba Nathan.

Pocos años después, Freddie vendió la tecnología del zapato inteligente que había creado para cuidar de su padre por más de 2 millones de dólares, pero fue en esa época que la salud de Nathan se deterioró y murió.

"Fue entonces que aprendí que el dinero no es más que una herramienta y me propuse hacer todo lo posible para tratar de dejar el mundo mejor cuando sea mi turno de irme, porque mi padre, sin ser rico, tuvo un impacto en la vida de mucha gente, y yo quería hacer lo mismo", reflexionó.

Figgers Communications

Y tuvo un plan: lanzar una compañía de telecomunicaciones pues había detectado un vacío en el mercado: las grandes compañías no invertían en las zonas rurales como en la que él vivía -norte de Florida, sur de Georgia-, así que no había infraestructura para que disfrutaran de conexiones rápidas.

Cuando Freddie por fin recibió su licencia como operador de telecomunicaciones, a los 21 años, se convirtió en la persona más joven y el único afroamericano en obtenerla. Empezó instalando cables de fibra óptica y construyendo torres telefónicas con sus propias manos a forjar una firma, Figgers Communications, valorada en decenas de millones de dólares.

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