
En marzo pasado, cuando fue reelegido para su tercer mandato al frente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, CEA, Javier González de Lara ya advirtió que se avecinaban tiempos difíciles. La evolución de los acontecimientos le ha dado la razón. Incluso está resultando peor de lo que se esperaba. Ahora, con Andalucía bajo todos los focos tras el anuncio del presidente Moreno de una nueva bajada masiva, llegan elecciones en la patronal española, CEOE, para lo que se posiciona a favor de la continuidad del presidente Antonio Garamendi. Los sindicatos anuncian un otoño caliente. En la mesa de negociación les espera González de Lara, que se declara firme defensor del diálogo social.
¿Cree que las rebajas fiscales tendrán efecto real y positivo para las empresas andaluzas?
Todo lo que sea suprimir impuestos nos parece positivo. No sólo beneficia a las personas físicas y a las empresas, a los patrimonios que pueden ser interesantes para que se instalen en Andalucía. Beneficia a la propia comunidad. Hay que tener altura de miras, visualizar que los territorios compiten entre sí. Y con esto no estoy siendo insolidario. Lo que me sorprende es que ahora se cuestionen que toman Andalucía o Murcia, cuando es algo que está dentro de su régimen competencial. Como existe el cupo vasco y otros regímenes. La legalidad lo permite y las comunidades podrán hacer de su capa un sayo.En su capacidad tributaria y fiscal está subir los impuestos o bajarlos. Igual que los ayuntamientos cuando compiten en IBI, y otros tributos. Es una medida positiva que beneficia a las empresas, a las personas y sobre todo a Andalucía.
Hay quien dice que sólo beneficia a los ricos.
Es una opinión, respetable por supuesto, pero hay que tener en cuenta que Patrimonio es un impuesto retrógrado. En este país hay muy pocos ricos y mucha gente pobre. Hay que incrementar la clase media, que está muy castigada. Pero hablamos de un impuesto que no existe en toda la Unión Europea, sólo en dos países de Europa que no están en la Unión como Suiza y Noruega. Graba cada año el mismo patrimonio, es confiscatorio, decimonónico, no distribuye riqueza con equidad. Igual que el impuesto de Sucesiones y Donaciones, todo lo que sea eliminar esas figuras rancias, alcanforadas, que gravan varias veces al sujeto pasivo, es positivo.
"Todo lo que sea eliminar esas figuras impositivas rancias, alcanforadas, que graban varias veces al sujeto impositivo, es positivo"
¿Qué le dicen sus compañeros en la CEOE?
Hay atención e interés por la decisión que se ha adoptado en Andalucía. En España, con tanta penalización al ámbito empresarial, se ve con interés que Andalucía haya tomado un camino que se ha abierto y está siendo seguido por otras comunidades como Murcia y otras. Esta semana Andalucía ha sido capaz de estar en el centro de la atención informativa, ha generado interés y atractivo para inversores. No para quitar nada a nadie, sino también para conseguir que muchos vuelvan.
Elecciones en la CEOE
Hablamos de la CEOE y las próximas elecciones. La CEA apoya unánimemente a Garamendi, del que usted es vicepresidente. ¿Ni una voz discrepante?
El comité ejecutivo ha subrayado el liderazgo de Garamendi en una coyuntura muy compleja tras unos años muy duros con la pandemia. Es la persona que todos unánimemente consideramos que puede seguir haciendo una magnífica labor con su rigor, su experiencia. Hay muchos factores, se están sumando casi todos los territorios. Andalucía ha decidido lo que de momento es un apoyo simbólico y que habrá que concretar con avales y con votos cuando llegue el momento. Pero hay una percepción clara de apoyo, y los empresarios le damos mucha importancia a la unidad.
"Todos consideramos que Garamendi puede seguir haciendo una magnífica labor al frente de la CEOE"
¿Y con González de Lara como vicepresidente?
Yo eso lo ignoro. Estoy en posición de apoyar al presidente y estoy a su disposición para ser vicepresidente y para no serlo. Si lo considera, será más que un reconocimiento a Javier González de Lara un reconocimiento a Andalucía, a su peso no solo organizativo sino poblacional y a su relevancia en el conjunto de España.
Diálogo con el Gobierno
¿Sienten ustedes que sus opiniones tienen influencia en el Gobierno andaluz?
Intentamos, a través del diálogo, tener sintonía con los distintos gobiernos. Una sintonía dentro de la discrepancia, no es que estemos de acuerdo con todo. Pero no hay duda de que con este gobierno hay una escucha activa recíproca, una interlocución fluida. Estos días hemos tenido reuniones con muchos de los consejeros,: Energía, Empleo, Turismo, Presidencia, Educación y Formación Profesional, y tenemos pendiente más con el resto. Al fin y al cabo son los que tienen el BOJA en su poder y pueden afectar a la actividad empresarial. Nosotros les transmitimos las preocupaciones empresariales para que las conozcan de primera mano, algo que es fundamental en este difícil contexto.
¿Qué tiene más repercusión para las empresas, las rebajas autonómicas en la fiscalidad o la simplificación de la burocracia?
Nos interesa todo. La fiscalidad es importantísima. Por las limitadas competencias de las comunidades, tiene un efecto también de imagen. La eliminación de Patrimonio ha tenido un gran impacto, porque competimos con otras comunidades autónomas o por ejemplo Portugal, donde se han ido muchos capitales andaluces. Pero es clave todo lo que es eliminar burocracia, que es el arte de convertir lo fácil en difícil por medio de lo inútil, algo que hemos vivido durante tantos años. Es un problema global de España, como vemos con la escasa, o nula, o deficiente tramitación de los fondos europeos. Pedimos agilidad. Que la hipertrofia se reduzca, consolidar el silencio positivo, la declaración responsable … Hay muchos temas que le hemos presentado a la Junta en este sentido y esperamos una revolución por parte del gobierno andaluz. Pero en positivo. Estimular a la función pública, premiar el talento, que las personas que están en la función pública hagan su trabajo con seguridad, estabilidad, compromiso y que vayamos en la dirección correcta. Uno de los grandes retos en esta legislatura está en la transformación de la administración. Es la gran reforma pendiente en este país y Andalucía. Se ha avanzado, pero no es suficiente.
"La burocracia es el arte de convertir lo fácil en difícil a través de la inútil"
¿De verdad Andalucía puede liderar, ser la locomotora de España? ¿Es un exceso político, o el salto está siendo tan grande?
Ser la locomotora va a costar trabajo, pero hay que creérselo y tener ilusión. Tenemos madera, capacidad. Vivimos en una tierra excepcional, con más de 500.000 empresas muy diversificadas. Pero hay que dar el salto logrando que confluyan soluciones para salir de este desorden mundial, una fiscalidad benigna, reducción de la regulación normativa y acabar con esa obsesión por regular la descarriada vidas de los ciudadanos. Nos tienen la vida absolutamente regulada en cada minuto de nuestra existencia. Es asfixiante este afán regulador. Este gobierno tiene afán por hacerlo más amable y vamos en la dirección correcta. No se si llegará para liderar, pero sí para ir en los primeros vagones y algún día ser el motor que necesita España.
Otoño caliente
Los sindicatos llevan meses anunciando un otoño caliente. ¿Cómo está el clima de diálogo social?
Nosotros somos firmes defensores del diálogo social como principal infraestructura que tiene un territorio, la llave de la paz social. Siempre vamos a estar abiertos al diálogo. Independientemente de las declaraciones de líderes sindicales siempre, vamos a estar dispuestos a seguir avanzando sobre cómo paliar los incrementos de costes, un pacto por la formación profesional, una estrategia y seguimiento real de los fondos europeos … Podemos hablar de muchos temas. Y sobre la negociación colectiva, que sigue avanzando en un momento extraordinariamente complejo. Pero vamos a buen ritmo. No hay paralización en absoluto, no nos hemos levantado de ninguna mesa y es incierto decirlo. Rondamos los 570 convenios firmados o actualizados, un 7% más que el pasado año. Afectan a 750.000 trabajadores cubiertos con convenios vigentes, un 28,25%. Andalucía no tiene paralizada la negociación colectiva y menos aún hay estrategia de paralización por parte de los empresarios.
"Es incierto decir que los empresarios se han levantado de ninguna mesa, o que Andalucía tiene paralizada la negociación colectiva"
Los salarios crecen al 2,6% y la inflación por encima del 10%, con la subyacente también superando el 6%. ¿Le parecen suficientes esas subidas salariales, o habrá que abrir la mano en la negociación colectiva?
Estamos intentando ser sensibles a la realidad social, Cada convenio, de acuerdo a sus características, tiene todo eso en cuenta. Es difícil indexarlos con la inflación, pero hay espacios intermedios donde podemos ponernos de acuerdo. La inflación está al 10,4%, desmedida, desbocada. No afecta sólo a las familias, sino también a las empresas por los costes que están teniendo que asumir. Hay otros mecanismos, como la inflación subyacente … Podemos tener otras cosas en previsión, y las subidas varían por sector o provincia. Estamos dispuestos a subir todo lo que cada sector o territorio pueda soportar.
¿Se acuerda a menudo del Convenio del Metal de Cádiz, negociado con tanquetas en la calle y con subidas que van a ser muy superiores a la media?
Si lo miramos con perspectiva aquello forma parte de lo que es una negociación que en un momento se radicaliza, forma parte de lo normal. Se resolvió. Hay que quedarse con el acuerdo. A algunas personas le pareció mucho y a otros poco, pero fue el correcto en aquel momento. Es un convenio que nos recuerda la relevancia del diálogo y la paz social. La paz social no surge de manera espontánea, sino que hay que trabajarla.
Tiempos difíciles
Los datos de la Seguridad Social reflejan ya una caída en el número de empresas en Andalucía desde principio de año ¿Se va a llegar esta crisis a muchas empresas por delante?
Tenemos una seria preocupación. Vienes meses inquietantes cargados de incertidumbre, por datos objetivos y por las proyecciones macroeconómicas. Hay que estar atento a si el consumo se desploma, a la carestía de los créditos. Que no se olvide la moratoria concursal durante la pandemia ya venció, y era un paraguas para muchas empresas que ahora se pueden encontrar en causa de disolución. Nos preocupa mucho, sobre todo las más pequeñas, las más modestas. La clave va a estar en la evolución en los próximos meses, en la guerra de Ucrania, en los costes de la energía que ya no pueden soportar muchas empresas. Hay quien nos dice que en dos meses ha pagado todo lo que pagó en 2021. Hablamos de muchos miles de euros. Ahí hay una enorme debilidad que puede llevar a muchas empresas a verse en dificultades.
El presupuesto andaluz de 2023 superará los 45.000 millones de euros. ¿Qué le piden los empresarios al presidente que garantice?
Sensatez y sentido común. Por fin tenemos presupuesto, algo que en estos tiempos tiene gran valor y ojalá lo tengamos cada uno de los próximos años. Eso ya es una noticia positiva. Ahora lo que pedimos es que se nos consulte y se nos tenga en consideración. Las partidas de educación, sanidad y servicios sociales somos los primeros en defenderlas, como modelo social. Pero también que haya partidas para actividades productivas, apoyo a las empresas con problemas de liquidez que puede afectar a muchas pymes … Hay que compaginar la protección social con el discurso económico. Y no hemos perdido la esperanza con los fondos europeos, a pesar de la contracción y la lentitud de la tramitación en términos nacionales. Pero esperemos que se sumen al presupuesto y generen muchas inversiones sobre todo en el tema hidrológico y el agua, ya que la sequía perjudica al turismo, la industria y todos los sectores productivos.
"El presupuesto andaluz tiene que compaginar la protección social con el discurso económico"
Industria
El consejero Paradela le presentó su plan para aumentar el valor añadido bruto de casi 18.000 millones a 20.000, más de un 10%. ¿No pensó que planes así ya le han presentado a usted algunos, y que no se logró avanzar mucho?
(Ríe) Hemos visto bastantes planes. En algunos se nos ha tenido en consideración. Es cierto que hemos visto muchos, más o menos realizables. Hay que darle un voto de confianza al consejero, que viene del mundo de la empresa y conoce bien la realidad económica. Esa es una consejería estratégica. Industria y energía. Hay que apoyar que haya una industria más sólida, que atraigamos a empresas, que el 20% del PIB andaluz sea industrial. Ojalá que ese plan se haga realidad.
¿Está el apoyo a que las empresas andaluzas tengan una mayor dimensión en la agenda de las reformas que plantea al gobierno andaluz?
Dimensión, densidad y diversificación son estratégicas. Se le ha planteado a Industria, a Hacienda y a Empleo. Para que podamos crecer hacen falta incentivos y ayudas. Hay que eliminar muchísimas trabas burocráticas que hacen que haya empresas que prefieran quedarse como están en vez de crecer. Es un momento muy importante, vital, en el que deberíamos dar pasos decididos y firmes en la dimensión de la empresa andaluza.
"En pandemia tuve muchas pesadillas, ahora sueño con una Andalucía más próspera"
¿Con qué sueña Javier González de Lara?
Si soy sincero, en la pandemia tuve muchas pesadillas, en unos años atroces para las empresas y los trabajadores. Se nos olvida ya mucha normativa que se aprobó para controlar a las empresas y a los ciudadanos. Como tantos otros y por la responsabilidad que tengo que desempeñar, sí tuve pesadillas. Ahora sueño con una Andalucía más próspera, con menos desequilibrios y que ejerza el liderazgo que le corresponde al ser la comunidad más poblada, la segunda en extensión, y con un legado histórico, artístico y cultural. Andalucía se merece estar a la cabeza del desarrollo español. Necesita creérselo, que todos los andaluces seamos conscientes de que es una tierra maravillosa.
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