El Gobierno vasco, formado por la coalición PNV y PSE-EE, ha comenzado el curso político con dos objetivos prioritarios: avanzar con las transferencias pendientes, cuyas negociaciones están paralizadas desde hace meses, y ejecutar las medidas de ahorro energético necesarias para proteger a industria y sociedad.
En su discurso tras el verano, el lehendakari del Ejecutivo vasco, Iñigo Urkullu, mostró especial preocupación por el estancamiento en el ámbito del autogobierno. Así, apeló al cumplimiento del cronograma aprobado por el Consejo de Ministros y exigió al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que cumpla sus compromisos.
Interpretación unilateral
Sobre el análisis previo de viabilidad y adecuación al marco jurídico vigente que se pretende realizar en ciertos casos, Urkullu señaló que "no puede haber una interpretación unilateral del Estatuto de Gernika por parte de los ministerios".
Respecto de esta cuestión, el presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Andoni Ortuzar, fue más directo e incisivo: "Solo pido que el Gobierno español cumpla con el calendario de traspasos y las materias que ellos, no nosotros, aprobaron en Consejo de Ministros. Yo no apruebo una cosa que luego sé que me va a dar problemas", aseguró. El líder jeltzale recordó que estos compromisos forman parte del acuerdo que suscribieron Pedro Sánchez y él el 30 noviembre de 2019. "Si ellos no cumplen, nosotros nos sentiremos libres.".
A pesar de estas palabras, Ortuzar afirmó que apuesta por Sánchez y que el PNV quiere que siga ese Gobierno. "La apuesta nuestra es indudable a favor de este Gobierno, pero este Gobierno tiene que dar también la talla".
"Queremos pensar que se pueda dar algún que otro avance de aquí a diciembre, enero o febrero, de lo contrario, habrá problemas"
Por su parte, el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, advirtió que los próximos cuatro meses son decisivos y se tienen que ver muchos acuerdos que todavía no se han llevado adelante".
En todo caso, el dirigente del PNV dijo que, aunque existan "resistencias" por parte del Gobierno de España con las materias pendientes de transferir, "estoy esperanzado en que algo se puede mover, no como para que se cumpla el calendario, porque está muy atrasado, pero queremos pensar que se pueda dar algún que otro avance de aquí a diciembre, enero o febrero, de lo contrario, habrá problemas".
En este sentido, se refirió a que cuando llega el momento en el que se deben aprobar los Presupuestos Generales del Estado, "normalmente tratamos de cosechar algo". "Es una pena tener que andar así, porque son cosas que aparecen en la ley y deberían llegar voluntariamente, pero si hay que presionar, hablar, negociar y empujar, así lo haremos".
Meses de retraso
La última transferencia se firmó el pasado mes de marzo, cuando los gobiernos central y vasco ratificaron en la Comisión Mixta de Transferencias -celebrada en Madrid- el acuerdo de traspaso a Euskadi del Ingreso Mínimo Vital (IMV), tras más de 16 meses de retraso sobre lo previsto. El Gobierno vasco aprovechó la reunión para recordar que aún quedan una veintena de transferencias pendientes.
El departamento vasco de Gobernanza Pública y Autogobierno remitió en diciembre cinco propuestas concretas sobre traspasos de meteorología, el fondo de protección de la cinematografía, gestión del litoral, inmigración y salvamento marítimo. Estas propuestas no han recibido respuesta, salvo la relativa al salvamento marítimo sobre la que se pide realizar un análisis sobre la "viabilidad jurídica" de esta transferencia.