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El plan de Italia para lucrarse con los yates de los oligarcas rusos

  • Italia estudia modificar un decreto para no pagar la manutención de los yates
  • Este sábado se ha confiscado el supuesto yate de Vladimir Putin
Yate "Lena", de Gennady Timchenko, confiscado por el Gobierno italiano. Foto: EFE

Las sanciones impuestas por la Unión Europea a los oligarcas rusos (que incluye el embargo de yates, villas o inmuebles de lujo en propiedad) está afectando indirectamente a Italia, que no sabe qué hacer con los yates confiscados a estos multimillonarios debido a los altos costes de mantenimiento.

Italia ha retenido yates y algunos inmuebles a los oligarcas fieles a Vladimir Putin por valor de 953 millones de euros. El actual problema es que las normativas indican que cuando un bien es congelado su gestión pasa a ser responsabilidad de la Agencia Estatal de la Propiedad, es decir, que es el Estado italiano el que debe correr con todos los gastos hasta que todo vuelva a la normalidad, y es ahí cuando estos multimillonarios reembolsen todo este mantenimiento.

Gastos de mantenimiento que en realidad son los contribuyentes italianos los encargados de pagar el alquiler de los amarres, o a los jardineros que cuidan esas villas, o al personal de seguridad que las vigila, según informa La Vanguardia. Y es que el coste de mantenimiento de todo esto le sale al país por cientos de miles de euros diarios, tal y como recoge La Reppublica

Para evitar todo este problema, el Gobierno italiano planea alquilar los yates hasta el fin de las sanciones contra Rusia. Para ello, el primer ministro, Mario Draghi, está valorando modificar un decreto con el objetivo de no tener que pagar estas cantidades para su manutención y dejar así de arrastrar un cargo que sigue castigando a Italia, junto con la crisis energética, la inflación y las consecuencias de la pandemia. 

Un yate de 530 millones 

El pasado 12 de marzo, los Agentes de la Guardia de Finanzas de Italia incautaron en el puerto de Trieste el que es considerado como el yate a vela más grande del mundo (142 metros de eslora y 25 metros de altura), propiedad del oligarca ruso Ande Igorevich Melnichenko. Conocido con el nombre 'Sy A', tiene un valor de cerca de 530 millones de euros. 

Aparte de este yate, el Gobierno italiano congeló una villa en Cerdeña valorada en 105 millones de euros, propiedad del piloto ruso de Fórmula 1 Nikita Mazepin y su padre, Dimitri Mazepin, un oligarca propietario de una empresa de productos químicos. También se dictó y ejecutó otra orden contra el yate "Lena", de Gennady Timchenko, situado en el puerto de San Remo, con un valor estimado de aproximadamente 50 millones de euros.

Confiscado el supuesto yate de Putin

Italia ha confiscado este sábado el supuesto yate de Putin valorado en 650 millones de euros, a los que habría que sumar los 953 millones de euros de todos los yates, villas e inmuebles retenidos hasta la fecha pertenecientes a los oligarcas rusos.

El yate, comúnmente conocido como Scheherazade, se encontraba en un astillero de Marina di Carrara (centro) y que según el equipo de investigación del encarcelado líder opositor ruso, Alexéi Navalni, pertenece al presidente ruso, Vladímir Putin, informaron anoche fuentes gubernamentales.

El yate era ya objeto de una investigación por parte de la Policía italiana y anoche se comunicó el decreto del Ministerio de Economía italiano que ordenaba su confiscación en el marco de las sanciones a los oligarcas rusos por parte de la Unión Europea debido a la invasión de Ucrania por parte de Rusia, aunque no se comunicó quien es el propietario.

Según los periodistas del equipo de Navalny, la embarcación de más de 140 metros, con bandera de las islas Caimán, pertenece a Putin aunque formalmente está a nombre del oligarca Eduard Khudaynatov, expresidente de Rosneft y propietario también de la mansión Villa Altachiara, en Portofino (noroeste), pero que no figura en la lista de multimillonarios rusos sancionados.

El Scheherazade se encontraba desde el pasado septiembre en el astillero para una serie de trabajos de mantenimiento por un coste de unos seis millones de euros, y se esperaba inicialmente que estuviera listo para navegar a mediados de junio, explicaron los medios italianos.

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