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Cómo protegerte frente al impago si eres autónomo

  • Siete formas de evitar la morosidad
Foto: Dreamstime

Uno de los mayores problemas a los que se tiene que enfrentar un autónomo es la morosidad. Los impagos afectan severamente en este tipo de negocios, ya que la inversión que tienen que realizar para satisfacer un pedido puede suponer gran parte del presupuesto del mes.

Por otro lado, los autónomos tienen que enfrentarse a situaciones que no afectan prácticamente a otras compañías del tejido empresarial. Por ejemplo, el colectivo tiene que enfrentarse al poder de las medianas y grandes empresas. Algunos de estos negocios utilizan a los trabajadores por cuenta propia para financiarse. Pero, ¿qué quiere decir esto?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que muchos autónomos son los proveedores de otras empresas de mayor tamaño.

En ocasiones, estas compañías no cumplen los plazos de pago con el trabajador por cuenta propia, de tal manera que, durante un periodo concreto, gozan del material que han adquirido del autónomo y del efectivo, dejando a deber la cuenta durante varios meses.

¿Cómo evitar que los clientes no te paguen si eres autónomo?

La realidad es que el impago y la morosidad se ha convertido en uno de los mayores problemas del colectivo, y las formas de protegerse son realmente pocas. Las principales asociaciones de autónomos vienen desde hace más de una década quejándose de esta situación, pero las medidas para abordarla han sido muy pocas.

De hecho, uno de cada tres autónomos sufre morosidad tanto pública como privada, o ambas; según datos de ATA de enero de 2021.

El problema se hace más vigente cuando se atiende a que en España, desde 2010, existe una normativa estatal que obliga a las empresas privadas a saldar sus deudas en menos de 60 días y a las administraciones públicas en un máximo de 30 días.

Teniendo en cuenta esta realidad, el autónomo puede llevar a cabo una serie de medidas:

- Añadir la fecha de vencimiento en las facturas. De lo contrario, el plazo de pago será el establecido por la ley.

- Firmar un contrato en todas las operaciones. Aquellos autónomos que recurren a la economía sumergida tienen muchas más posibilidades de sufrir un impago, ya que no les protege la ley.

- Consultar los ficheros de morosos. Cualquier profesional tiene acceso a las listas negras en las que se encuentran todas las empresas que no están al corriente de pago.

- Verificar la solvencia del cliente. No es aconsejable aceptar cualquier trabajo, en tanto que aquellas empresas que no presentan unas buenas condiciones financieras tendrán más posibilidades de quebrar y no solventar la deuda.

- Solicitar un aval. Es buena idea exigir una garantía de pago al cliente, ya que el autónomo se asegurará el pago de la cantidad correspondiente.

- Exigir la mitad por adelantado. Esta es una de las técnicas más usadas, dado que aunque se produzca el impago se habrá recibido por lo menos una parte de la deuda.

- Contratar un seguro. Aquellos autónomos que puedan permitirse la contratación de un seguro contra el impago tendrán la seguridad de que cualquier deuda será saldada, ya que la aseguradora efectuará el pago y será quien se encargue de cobrar a la otra parte.

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