
El adiós, para siempre, a poder comprar una cajetilla de tabaco. Una ley impulsada por el Gobierno de Nueva Zelanda con el objetivo de alejar a las nuevas generaciones de este hábito que, pese a extraña que parezca, ha sido recibida con buenos ojos en el país oceánico, hasta el punto de verse como un modelo en otros Estados encabezados por Singapur.
Hace tiempo que el tabaco dejó de estar de moda. Pese a que todavía representa una potencial industria en todo el mundo, en China y Estados Unidos uno de cada cuatro ciudadanos adultos fuma, las constantes políticas para limitarlo de la vida pública así como las campañas sanitarias han ido reduciendo poco a poco el humo de muchos pulmones.
Un mal hábito contra el que Nueva Zelanda ha levantado un muro que difícilmente podrá caer. En diciembre de 2021, sus autoridades anunciaron la prohibición a comprar tabaco desde los 18 años en 2027 así como cada año crecería un año la limitación. Es decir, los nacidos en 2009 en adelante nunca podrán comprar cigarrillos por lo que se espera que el consumo se reduzca considerablemente desde entonces.
Además, con la reducción de los permisos a locales de venta, el resto del mundo ha empezado a mirar con buenos ojos esta medida que sería la gran piedra contra el tabaco desde que se empezase a prohibir su consumo en el interior de bares y restaurantes. Hasta el punto que Singapur ha sido uno de los primeros países en reconocer abiertamente que estudia esta política.
Singapur contempla la medida pero aún no la desarrollará
"Es una propuesta atractiva, ya que evita que los jóvenes comiencen a fumar sin poner demasiadas restricciones en los fumadores mayores", señaló el ministro de Salud de Singapur tras ser preguntado al respecto en el Parlamento. Eso sí, aún sin un plan concreto como Nueva Zelanda, la medida debería ser estudiada con calma ya que según las autoridades del país "los jóvenes están abandonando por sí solos este hábito".
Una noticia positiva para un Estado de más de cinco millones y medio de habitantes, que considera más importante por ahora la lucha contra los dispositivos de vapeo. Más popularizados entre la población joven, Singapur busca cómo limitar las restricciones contra estos cigarrillos electrónicos pues de seguir en aumento "desharían todo el progreso hecho contra el tabaco".
De cualquier forma, la medida de Nueva Zelanda puede ser todo un precedente a imitar por otros países con el fin de que las nuevas generaciones nunca puedan comprar, sí fumar, provocando un efecto dominó para reducir aún más el porcentaje de sus consumidores en el mundo.