
Un gran número de personas sufren un alto nivel de dependencia a causa de una enfermedad crónica, discapacidades que no permiten llevar a cabo una actividad laboral en plenas facultades. Esto complica mucho el trabajo de estos profesionales, que aun siendo totalmente aptos para el desarrollo de las tareas pertinentes se encuentran con serias dificultades para realizarlas.
Por este motivo, la Administración prevé un apoyo a este colectivo, ya que no podrá llevar a cabo una actividad que le reporte un sustento. En concreto, estas personas pueden acceder a una pensión por incapacidad, de tal manera que puedan paliar el impacto de su situación de exclusión social.
¿Qué requisitos tengo que cumplir para solicitar la pensión por incapacidad?
En primer lugar, hay que destacar que, según el grado de dependencia, pueden darse tres niveles de discapacidad, que puede ir del 33%, al 64%, o del 65% en adelante; denominadas como moderada, severa o gran dependencia, respectivamente.
A partir de aquí, dependiendo del grado de incapacidad, se exigen unos requisitos y de cotización diferentes, pero desde un punto de vista general para acceder a una incapacidad es necesario:
- No haber alcanzado la edad de jubilación.
- Estar dado de alta en la Seguridad Social, o en una situación de asimilada al alta.
- Haber cotizado previamente.
¿Cómo puedo solicitar la pensión por incapacidad?
El primer aspecto a tener en cuenta es que el servicio público de salud, la mutua o el Instituto Nacional de la Seguridad Social deben determinar la causa que incapacite al trabajador, cualquiera de ellas puede llevar a cabo este proceso.
En segundo lugar, una de estas entidades podrá iniciar el expediente de incapacidad permanente en caso de que consideren que las lesiones son suficientes como para incapacitar a la persona. Sin embargo, cabe destacar que, si la Administración no inicia el procedimiento, el propio trabajador deberá llevar a cabo la solicitud.
Para ello, el solicitante tendrá que cumplimentar el modelo de solicitud de incapacidad permanente, junto con el DNI, además de informes privados, el historial médico de la sanidad pública, y cualquier otro documento que el trabajador considere relevante.
Estas son las enfermedades que dan derecho a una prestación por incapacidad
Para poder acceder a esta prestación, el trabajador debe sufrir alguna de las siguientes enfermedades:
- Agorafobia
- Albinismo
- Alzhéimer
- Aniridia
- Artritis Reumatoide
- Artrosis cervical
- Ataxia
- Cáncer
- Cardiopatía Isquémica
- Condromalacia Rotuliana
- Depresión
- Diabetes
- Distimia
- Distrofia de conos y bastones
- Enfermedad de Behçet
- Enfermedad de Crohn y Colitis ulcerosa
- Enfermedades hepáticas
- Enfermedades renales
- Epilepsia
- EPOC
- Esclerosis Múltiple
- Espondilitis anquilosante
- Espondilosis degenerativa
- Esquizofrenia
- Estenosis foraminal
- Fibromialgia
- Fibrosis quística
- Hernia discal
- Ictus
- Lesión medular
- Lumbalgia crónica
- Lupus
- Maculopatía
- Miopía Magna
- Narcolepsia
- Neuropatía cubital
- Postpolio
- Radiculopatía Lumbar
- Retinopatía diabética
- Retinosis pigmentaria
- Rizartrosis
- Síndrome de Ménière
- Síndrome de Sjögren
- Síndrome de Südeck
- Síndrome de Tourette
- Síndrome del túnel carpiano
- Síndrome subacromial
- Siringomielia y Arnold Chiari
- Stargardt
- Trastorno Adaptativo Mixto
- Trastorno bipolar
- Trastorno de ansiedad