
Bill Gates está centrado hoy en día en sus actividades filantrópicas, y tras retirarse de sus cargos en Microsoft, a sus 66 años seguramente no tenga que preocuparse por periodos de saturación o de especial estrés en el trabajo; el conocido como 'burnout'.
Sin embargo, hace 28 años, cuando sí que estaba al frente de Microsoft, Gates tenía una norma ridículamente absurda para superar los momentos de mayor estrés.
Hay muchas opiniones sobre cómo manejar un estrés laboral especial, pero ninguna como la que dio Gates hace casi tres décadas en una entrevista en televisión.
Cuando le preguntaban sobre sus largas jornadas de trabajo y si le preocupaba agotarse repondía que no le preocupaba. Este es su razonamiento:
Bueno, el trabajo que hacemos es... no es que estemos haciendo lo mismo todo el día. Entramos en nuestras oficinas y pensamos en nuevos programas, nos reunimos en reuniones, salimos a ver a los usuarios finales, hablamos con los clientes. Hay mucha variedad y siempre hay cosas nuevas. Y no creo que llegue un momento en que eso sea aburrido.
Variedad en el trabajo y encontrar nuevos retos, el secreto de Gates
Gates partía de la base de que su trabajo no le iba a cansar, y que tenía variedad suficiente como para hacerlo dinámico. También hay que tener en cuenta el momento de ebullición de Microsoft, donde cada poco se debían plantear nuevos retos.
Eso parecía hacer que Gates consiguiera seguir al frente durante aquellos años sin riesgo de quemarse. La mayoría de expertos aluden a la necesidad de encontrar motivaciones constantes en el trabajo para no acabar padeciendo síndromes de cansancio o apatía. Eso sí, también es cierto, que no todo el mundo ha dirigido una de las empresas más disruptoras en la historia.