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Por qué hay que vigilar más el consumo de vitamina D tras el cambio de hora

  • Esta sustancia se genera gracias a la luz ultravioleta del sol
  • Así, se puede crear un déficit poblacional durante el invierno
  • Se puede tomar a través de la dieta y suplementos alimenticios
Por qué hay que vigilar más el consumo de vitamina D en otoño e invierno
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La vitamina D es una sustancia que ayuda al cuerpo a absorber el calcio, necesario para la formación de los huesos. Así, su deficiencia puede provocar osteoporosis raquitismo. No obstante, esta sustancia juega un papel importante en los sistemas nervioso, muscular e inmunitario, clave en la lucha contra el coronavirus y otras infecciones como la gripe.

La directora del área de Dermatología del Hospital Costa del Sol Magdalena de Troya explicó a EFE que hay diferentes enfermedades crónicas que se han ligado directamente al déficit de vitamina D, especialmente la diabetes mellitus tipo 1, la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Crohn, la psoriasis, el cáncer de próstata, de mama, de ovario y de colon, la HTA y la enfermedad metabólica ósea. Y que los principales efectos del déficit de vitamina D se producen en el hueso; en los niños, da lugar a un cuadro de raquitismo con retraso en el crecimiento y deformidades en los huesos largos y en los adultos, es causa de osteomalacia caracterizada por una menor densidad ósea y riesgo incrementado de fractura.

Tomar el sol para sintetizar vitamina D

La vitamina D es una vitamina liposoluble esencial para mantener el equilibrio mineral del cuerpo. La forma sintetizada en los humanos se llama colecalciferol (vitamina D3) y se sintetiza en la piel por la acción de la luz ultravioleta (UVB). Así, tomar el sol todos los días entre cinco y quince minutos no solo mejora nuestro estado anímico y genera sensación de bienestar, sino que además las radiaciones ultravioletas son absolutamente necesarias para que nuestro organismo sintetice vitamina D.

La doctora Magdalena de Troya explica que si somos prudentes podemos exponernos directamente al sol sin experimentar riesgo desde una ventana o un balcón aunque la doctora advierte que los bebés, las personas con piel clara y sensible o aquellas que hayan presentado algún signo de daño solar no deben exponerse directamente. Suele ser suficiente con exponer la cara y los brazos, aunque en cualquier caso, es conveniente rotar las zonas expuestas, ya que el daño solar crónico ocasiona envejecimiento precoz de la piel, dando lugar a la aparición de manchas y arrugas, además de diversas formas de cáncer cutáneo.

Qué comer para obtener vitamina D

Las personas que viven en estado de confinamiento o en países poco soleados tienen un mayor riesgo de presentar un déficit de vitamina D y, en estos casos, se aconseja incrementar su ingesta a través de alimentos o suplementos dietéticos.

Entre los alimentos, los ácidos grasos del pescado representan la fuente más rica de colecalciferol, siendo el salmón la fuente principal; los huevos, la mantequilla, el hígado y otras vísceras también, pero hay que cuidar su consumo por su alto contenido en colesterol. Oros productos con vitamina D son el atún, las sardinas; las ostras, las gambas y langostinos; setas; y aguacate.

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