
La pandemia ha implementado nuevas formas de negocio en todo los ámbitos, con el fin de reinventarse y dar mejores soluciones a los consumidores. Más en un nicho como es el de los supermercados y en un ambiente de tanta competencia como Madrid, una cooperativa está creando una nueva forma de hacer la compra más barata, sostenible y saludable... pero eso sí, solo para sus socios.
La Osa, por el animal representativo de la capital, nació en diciembre de 2020 y cuando aún no ha cumplido un año de vida ya cuenta con más de 1.200 socios que dan forma a un proyecto que se empezó a cuajar hace seis años. Un supermercado bajo el modelo de cooperativa, donde se accede a alimentos por "un precio justo, tanto para quien produce como para quien consume".
Para ello, este grupo se fijó en modelos ya implantados en Guatemala y París y se lanzó de lleno a la idea por "el desencanto con los modelos de consumo convencionales". Un sistema, que para La Osa no termina de "ofrecer productos saludables con el menor impacto medioambiental posible", así como no predica con un "consumo ético y responsable".
Para formar parte de La Osa solo se solicita una pequeña aportación económica así como un mínimo empleo mensual
De esta forma, estas son las bases de esta cooperativa que, por ahora solo se encuentra en el madrileño barrio de Tetuán, en la Avenida Asturias, 57. Abriendo todos los días salvo lunes y festivos, en su interior trabajan los propios cooperativistas que luego se benefician de los productos ahí vendidos.
Con un empleo o colaboración, mínima de 3 horas cada 4 semanas, además para convertirse en socio solo hay que pagar 100 euros repartidos en cuatro cuotas. Una vez dentro, cada socio tiene un mismo voto en las reuniones que se hacen temporalmente para decidir el futuro de la cooperativa. Así mismo, si por un casual un cooperativista decidiese darse de baja, La Osa se compromete a reingresarle los 100 euros que dio de entrada.
La venta de alimentos agroecológicos supone una forma de consumo natural, respetuosa con el medioambiente y de apoyo a las familias productoras
Por último, cabe destacar que en su local de 800 metros cuadrados, se apuesta por los artículos locales (para lo que se cuenta con una importante cartera de proveedores alejados de las grandes marcas), los productos agroecológicos (naturales y saludables a la vez que soporte de los pequeños agricultores) y por la reducción del uso de plásticos en la medida de lo posible.
Una nueva forma de hacer la compra que, poco a poco, va ganando peso ante las grandes cadenas, mientras se nutre de las ideas de un consumo sostenible, saludable y que protege tanto a consumidores como a proveedores con el apoyo de más de mil socios madrileños.