La temporada de frío se acerca a España y con ello los meses donde un buen sistema de calefacción se hace vital para protegerse de las bajas temperaturas. Además, en plena subida del coste de la mayoría de las energías, elegir la opción más barata puede derivar en una importante ayuda para el bolsillo de las familias. Por ello, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado una lista con los sistemas más económicos.
Cogiendo como referencia una vivienda de 90 metros cuadrados en una región climática fría (centro peninsular), la OCU ha llevado a cabo un estudio con las tecnologías más habituales (radiadores eléctricos, estufa, caldera de gas, caldera de gasóleo, bomba de calor y acumuladores eléctricos). Un análisis del que ha desgranado el precio de cada aparato, para situar el coste medio en España en 600 euros al año, lo que considera como caro.
Por ello, elegir la mejor opción ya que a la larga puede derivar en un importante ahorro y más en tiempos donde la factura energética no para de incrementarse. Eso sí, la OCU deja claro que todas las tecnologías tienen sus ventajas y desventajas porque hay hogares que por sus características no pueden adaptarse a un determinado aparato.
Las estufas, más baratas y sostenibles
Sin embargo, ya adentrándose en las más económicas, en primer lugar la institución destaca las estufas o calderas de pallets. La opción también más sostenible, ya que aprovechan los residuos orgánicos de las podas o los huesos de aceituna, las primeras distribuyen aire caliente mientras que las segundas calientan un circuito de agua.
De cualquier forma, el coste medio de ambas es de 313 euros al año, lo que lo deja como la opción más barata. Eso sí, para ello hay que tener en cuenta que se debe disponer de una vivienda grande donde almacenar los residuos, así como deben tener un mantenimiento constante.
La bomba de calor se impone por su precio pero también por la facilidad para calentar y enfriar según la necesidad
Tras esta, la otra opción más rentable es la de disponer de una bomba de calor. Con disponibilidad de calentar en invierno y enfriar en verano, la gran desventaja de estos sistemas es que deben tener hueco exterior, ya que intercambian la energía con el exterior para calentar o enfriar.
Con un coste medio de 339 euros al año (aunque requieren de una inversión inicial elevada), son muy eficientes así como pueden servir de apoyo a otros sistemas de calefacción.
El 60% de las calderas de gas deberían reponerse por la antigüedad que entraña su uso habitual
Ya lejos de estas dos opciones se sitúan las restantes, aunque la OCU destaca la calefacción por gas puesto que es la más habitual en España (un 35% de los hogares se calientan por esta vía). Con un coste anual de 468 euros, estos aparatos son muy eficientes y proporcionan buen confort. Así mismo, en sus desventajas está el hecho de que los costes de instalación son muy elevados, necesitan de acceso al suministro de gas canalizado y hasta un 60% están anticuadas por lo que se recomienda su sustitución.
Por último, los gastos medios se incrementan con las calderas de gasóleo (653 euros), los acumuladores eléctricos (822 euros) y los radiadores eléctricos convencionales (934 euros). De cualquier forma, la OCU tiene una calculadora mediante la cual se pueden introducir los datos de cada vivienda para conocer la eficiencia real de su sistema y cuál es el más indicado.