
El fin de semana es cuándo la energía está más barata. Así, muchos están aprovechando el sábado y el domingo para poner la lavadora o planchar. Sin embargo, otra forma de ahorrar es cocinar durante el fin de semana la comida para el resto de días. Una filosofía que se ha bautizado como batch cooking y que, además, servirá para llevar una alimentación más ordenada y equilibrada.
Qué es el 'batch cooking'
Los usuarios de esta técnica dedican un día a la semana, generalmente los domingos, para preparar los platos para el resto de la semana y que la cocina no quite tiempo de lunes a viernes. Además, lo más habitual es que se dedique este tiempo para guisar todos los acompañamientos, ya sean menestras o cremas de verdura, arroz o salsas, que siempre sacan de un apuro.
Esta planificación de la comida de toda la semana también permite realizar una dieta equilibrada. Lo cierto, las veces que no se hacen este tipo de organización semanal es más probable caer en el error de optar por lo más rápido y fácil, que normalmente suele coincidir con lo menos saludable. Así, la clave para llevar a cabo un menú equilibrado es repartir las verduras, proteínas, carbohidratos y legumbres, según los gustos y preferencias, y tratar de hacer un menú lo más completo y variado posible, y no comer dos días lo mismo para no terminar aburriéndonos.
Cómo iniciarse en el 'batch cooking'
La revista Consumer, del grupo Eroski, explica una seriede consejos para iniciarse en el mundo del batch cooking.
1. No todas las preparaciones culinarias sirven. Mientras los guisos y las cremas van bien, los fritos no, porque no toleran bien el paso del tiempo y sus propiedades organolépticas se degradan con rapidez.
2. Antes de acudir al supermercado. Hay que comprobar lo que hay en la nevera y pensar en el menú para hacer la lista de la compra.
3. Elegir bien los alimentos. Hay que priorizar los productos de origen vegetal e incorporar una fuente de proteína de calidad, como las legumbres, las carnes asadas (preferiblemente blancas) o el pescado, y evitar las carnes procesadas.
4. Hacer una planificación semanal. Es muy importante para evitar elecciones improvisadas y compulsivas. Además, un mismo alimento, cocinado de una determinada manera, puede servir para diferentes preparaciones.
5. No todos las preparaciones aguantan igual. Si se trata de un guiso, se puede conservar refrigerado un máximo de tres o cuatro días, aunque si lleva carne o pescado, no debería pasar de tres; y si tiene huevo, no más de 48 horas. Así, lo más adecuado es congelar parte de lo cocinado y descongelarlo el día que se va a utilizar.
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