Mientras los países desarrollados siguen la carrera por aumentar el ritmo de vacunación, Israel lleva meses en los que ha sido uno de los pioneros en administrar una tercera dosis con Pfizer. Eso sí, solo en pequeños grupos poblacionales, el Gobierno de Tel Aviv ha reconocido en un último informe buenas noticias sobre su decisión.
La crisis sanitaria por la covid-19 ha puesto sobre relevancia el considerable nivel científico de Israel. Siempre liderando como uno de los países con mayor avances sobre el campo en lo que refiere a la pandemia, esta vez las autoridades gubernamentales han vuelto a confirmar que sus investigaciones marchan por buen camino.
Y es que un último estudio ha demostrado que la tercera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech podría ser muy eficaz logrando una inmunidad aún mayor de lo conseguido con las dos primeras dosis. Un hecho que los países desarrollados se están cuestionando, aunque cada vez cobra más fuerza que en todos ellos tendrá que haber un tercer "pinchazo", tal y como lleva meses haciendo Israel y ya han confirmado, entre otros, Estados Unidos.
Una tercera dosis que aplicada sobre pacientes inmunosuprimidos menores de 65 años ha logrado una capacidad de generar anticuerpos un 43% superior sobre el segundo "pinchazo". Así lo catalogan las muestras obtenidas en el último mes sobre casi 250 personas, que no han hecho más que reafirmar la decisión israelí.
Los datos dan validez a la apuesta israelí de aplicar una tercera dosis sobre los mayores de 50 años
Además, en lo que respecta a los pacientes con trasplante de órganos, solo el 25% consiguieron suficientes anticuerpos bajo la primera y segunda dosis, mientras que el 50% lo consiguió con la tercera. Por su parte, en la población general menor de 65 años, hubo una tasa de respuesta del 70% en comparación con una tasa de respuesta del 27% después de la segunda inyección.
Todo ello ha empujado a que el Gobierno israelí aprobase la pasada semana la inoculación de una tercera dosis de la vacuna a los mayores de 50 años y sanitarios. "La tercera vacuna a partir de 50 años y para personal médico es eficaz y correcta", afirmó el primer ministro, Naftali Bennet, en una clara muestra de conseguir mayor inmunidad ante el repunte de casos por la variante Delta.