
El 31 de mayo de 2003 aterrizaba en Paris, procedente de Nueva York, el último vuelo de un Concorde de Air France. Desde entonces, nunca se ha vuelto a ver un avión supersónico en el cielo. Más de 18 años sin esta tecnología. Sin embargo, las grandes compañías quieren devolver esta idea a la vida.
El Concorde tenía demasiados fallos: el ruido, el excesivo precio de los asientos, los costes de mantenimiento. Sin embargo, hubo dos grandes detonantes que provocaron la desaparición de estos aviones. En un primer lugar, el accidente del vuelo 4590 de Air France, el 25 de julio de 2000, donde fallecieron los 100 pasajeros de la aeronave, sus nueve tripulantes y cuatro personas en tierra. En segundo lugar, los atentados del 11 de septiembre de 2001, que provocó una caída drástica de los viajes en avión.
Los problemas legales a los que se enfrentó el Concorde
Los primeros vuelos regulares a borde de un Concorde se produjeron el 21 de enero de 1976 con las rutas Londres-Baréin y París-Río de Janeiro. El Congreso de los EEUU se vio obligado a prohibir que la aeronave, propiedad de Air France y British Airways, operase en su territorio, debido a las grandes protestas de los ciudadanos por el inmenso ruido que provocaba. No obstante, meses después, Washington y Nueva York empezaron a permitir que el Concorde operase en sus aeropuertos.
Lo mismo ocurrió cuando British Airlines quiso llevar esta tecnología a Singapur. Después de llegar a un acuerdo con Singapore Airlines, la ruta se suspendió tras solo tres vuelos debido a que Malasia alegaba que estas aeronaves hacían un ruido excesivo. Poco tiempo después se volvió a retomar la ruta pero, de nuevo, India se negó a que el Concorde alcanzase velocidades supersónicas en su espacio aéreo.
Los mismos problemas ocurrieron cuando Air France quiso hacer una ruta Washington-México. Las leyes del estado de Florida le imposibilitaban alcanzar velocidades supersónicas cuando pasaba por su territorio, por lo que se veía obligado a decelerar para volver a acelerar una vez traspasase la frontera. Además, la crisis económica de la época hacía que estos vuelos fuesen prácticamente vacíos, por lo que también se clausuraron.
Los aviones supersónicos podrían volver a mediados de esta década
Si bien es cierto que el Concorde tenía una gran cantidad de problemas como la velocidad, la eficiencia de combustible y el ruido del boom sónico, también es cierto que varios gigantes del sector quieren traer de vuelta esta tecnología. Boeing, Lockheed Martin y Airbus se encuentran en diversas etapas de desarrollo para traer de vuelta el avión de pasajeros supersónico, y la Administración Federal de Aviación declaró en 2008 que "el interés en la tecnología de aviones supersónicos no ha desaparecido", tal y como recoge Insider.
Por su parte, Spike Aerospace está proceso de crear los aviones supersónicos privados. Al parecer, su moderno diseño ha reducido el boom sónico al sonido de un portazo de automóvil. Ahora, la aeronave estará dotada de una nariz larga y puntiaguda para ayudar a que la onda de choque rebote hacia el espacio en lugar de hacia el suelo.
Además, se han renovado los materiales con los que se fabricó el Concorde, que era básicamente aluminio, para que sean capaces de tolerar altas temperaturas.
Según Insider, el truco subyace en que la compañía planea volar a una velocidad más lenta de 1.100 millas por hora. Es decir, la aeronave surcará el cielo a una velocidad aún más rápida que la velocidad del sonido pero lo suficientemente lento como para controlar la temperatura, el boom sónico y la eficiencia del motor.
Todo apunta a que esta tecnología llegará al público más apoderado a mediados de esta década y, pretender, lanzarlo al público masivo a mediados de la década siguiente.