
Una iniciativa más para vender viajes aéreos más seguros. Boeing ha confirmado que va a probar si las ráfagas de aire son útiles para evitar que gérmenes y virus como el covid-19 circulen entre filas de pasajeros. Para ello, el fabricante de aviones va a instalar 20 salidas de aire superiores con boquillas especiales impresas en 3D para crear una "cortina de aire" en un nuevo avión 737 Max 9.
"Si te subes a un avión y la persona que está frente a ti estornuda y esas partículas están flotando, te pone nervioso", explica Doug Christensen, técnico de Boeing en declaraciones que recoge Bloomberg.
Esas boquillas funcionarán de tal modo que "impulsarán el aire hacia abajo y lejos del área de respiración, y harán que las partículas recirculen y se limpien".
Christensen también es técnico del ecoDemonstrator, el programa de investigación y desarrollo de Boeing para mejorar la economía de combustible y reducir el ruido aéreo y la huella ecológica de sus aviones.
Ha servido como banco de pruebas de vuelo desde 2012 para probar 195 proyectos ideados por los ingenieros de Boeing.
El esfuerzo de este año presenta alrededor de 20 tecnologías prometedoras, incluidas un nuevo agente extintor de incendios para motores de avión que reduce significativamente el daño a la capa de ozono frente al Halón 1301, que ya no se produce.
También contempla reciclar los restos de compuestos de carbono que quedaron de la producción de su ala 777X en los paneles laterales de la cabina o "guantes acústicos" en las cubiertas de los motores conocidos como góndolas para ayudar a que los aviones sean más silenciosos.