
El verano y el buen tiempo impulsan a las reuniones sociales. En piscinas, bares o en el campo, uno de los actos más repetidos estos meses son las barbacoas. Por lo general en espacios muy abiertos, para protegerse de un incendio, el humo o los fuertes olores, sin embargo también abundan las que son en patios interiores, terrazas o balcones. Pero, ¿son estas legales? ¿Qué dicen las diferentes normativas sobre ello?
Quien tiene un jardín, tiene un tesoro. Bien podría ser cierto, en lo que a hacer barbacoas se refiere pues no hay duda de que un buen espacio abierto, con la ubicación precisa para cocinar es el mejor lugar posible para reunir a amigos o familiares y preparar una barbacoa muy típica de verano.
Pero ante los que no pueden disfrutar tan fácilmente de este pequeño lujo, surge la duda sobre si pueden cocinar en su azotea, terraza, en un balcón o en el patio interior del que tienen el usufructo de la comunidad de vecinos. Lugares todos que dependen de estas pequeñas instituciones y que recae sobre ellas la posibilidad de habilitar o no una barbacoa.
Y es que las normativas estatales y municipales apenas dicen nada sobre si se permiten estos tipos de cocinados en lugares donde podrían facilitar incendios o molestar a otros ciudadanos. Por ello, hay que irse a la Ley de Propiedad Horizontal que, en su artículo 7.2, puede hacer referencia a este tipo de actividades.
Ante la incertidumbre de la Ley de Propiedad Horizontal, lo más aconsejable es pedir permiso previamente a los vecinos
"Al propietario y al ocupante del piso o local no les está permitido desarrollar en él o en el resto del inmueble actividades prohibidas en los estatutos, que resulten dañosas para la finca o que contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas". Es decir, ¿puede una barbacoa ser molesta, insalubre, nociva, peligrosa o ilícita por su fuego, humo y olor? Ahí está la clave.
Así pues y viendo que la clave está en la comunidad de vecinos sin que la Ley de Propiedad Horizontal se pronuncie claramente, lo más aconsejable es pedir permiso a esta. De esta forma, una vez que se tenga el sí, se podría hacer una barbacoa en cualquiera de los lugares señalados y siempre que no se generasen molestias mayores.
De cualquier forma y con el boom de esta actividad, los diferentes establecimientos especializados en la venta de productos para barbacoas ya facilitan aparatos que evitan problemas como el humo o malos olores. En formatos de carbón o eléctricas, existen modalidades donde por diferentes sistemas se evita que la grasa entre en contacto con el calor, lo que acaba generando el humo desagradable de estas cocinas.