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Cambio climático hasta en la taza de café: sequías y olas de frío polar disparan su coste

  • A las catástrofes climáticas se suma el efecto de la inflación
  • También aumenta el coste de otra materias primas como el trigo
Foto: Reuters

Los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes y recurrentes, tanto que ya se sienten hasta en el precio de un café. En Brasil, las sequías, una de las señas de identidad de la amenaza a la que se enfrenta el planeta, han sido devastadoras y han obligado al mayor productor de café del mundo a reducir su producción. Esto, unido a la paralización de los envíos por la pandemia y las protestas en Colombia, ha hecho que el coste del grano suba más de un 50% en 2021.

El país que exporta anualmente una media de 34 millones de sacos de café también se ha visto afectado por olas de frío polar. Acostumbradas al clima cálido de Brasil, las plantaciones de café se pueden haber visto gravemente dañadas por esta caída de las temperaturas. El daño puede ser tal que los cultivadores se vean obligados a cortar los arboles de café y empezar de cero, lo que supondría esperar tres años hasta la próxima cosecha. Los propietarios no conocerán el alcance real de los daños hasta septiembre.

Por su parte, las protestas políticas en Colombia hicieron que el tercer mayor exportador de café del mundo exportará solo 345.000 sacos de café de 60 kilos en mayo, un tercio de su envío mensual habitual, según datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. En los últimos meses, las exportaciones de Colombia se han recuperado.

No obstante, las exportaciones de otros grandes productores, como Vietnam, se han visto ralentizadas por los cuellos de botella en el transporte marítimo, lo que ha forzado a los comprados a buscar soluciones temporales en territorio nacional.

Por ahora, los gigantes del café, como Starbucks o Nestlé, no se han visto afectados por el incremento de los precios. Esto se debe a su estrategia basada en adquirir suministros con mucha antelación, lo que les da un margen de uno o dos años para lidiar con situaciones de este tipo. En cambio, los tostadores de café más pequeños no cuentan con esa ventaja. En consecuencia, algunos ya han tenido que subir los precios y otros prevén hacerlo en el futuro, en un momento en el que la gente sigue muy sensible a la subida de los precios

Se suma la inflación

El cambio climático y la inflación provocada por la crisis sanitaria han propiciado que los costes de producción de otras materias primas, además del café, hayan aumentado a nivel mundial. 

En Brasil, a los estragos del clima se suma la especulación de grandes fondos de inversión y el aumento del consumo, lo que ha provocado que los futuros de este producto casi hayan doblado su valor durante el último año, llegando a alcanzar los 207 dólares por kilogramo a finales de julio.

Del mismo modo, el descenso de la producción, combinado con el aumento de la demanda de importaciones de Asia, ha provocado que el precio del azúcar llegue a su nivel más alto desde 2017. Además, la crisis en Cuba, uno de los principales productores a nivel mundial, y el fortalecimiento de la moneda de Brasil, principal exportador de esta materia prima, han conseguido que el valor del azúcar en los mercados financieros se encarezca un 13%.

Por su parte, el trigo ha aumentado su valor un 13%, lo que supone un grave problema para los ganaderos que alimentan a sus cabezas con esta materia prima. De hecho, la industria atraviesa una crisis sin precedentes derivada del aumento de los precios de los granos, que representan el 70% de los costes del sector.

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