
A la hora de elegir unas oposiciones, los aspirantes suelen guiarse por dos opciones: la vocación o que les resulte más fácil en función de su formación.
En este marco, las distintas oposiciones de administrativo para cada una de las administraciones suelen verse como algunas de las más sencillas.
Sobra decir que ningún proceso selectivo es sencillo, y que, a menudo menos requisitos supone también mayor competencia, pero aquí van algunas oposiciones que suelen ponerse como menos difíciles en foros y manuales de opositores de nivel estatal.
Pero vayamos al grano, ¿son realmente tan sencillas? Por temario y por número de plazas, quizá si en comparación a otras, pero no hay que confiarse.
Con 3.000 plazas abiertas este año, es una de las oposiciones más mayoritarias de forma habitual al considerarse que es una de las plazas más fáciles de obtener, pero también más competidas.
Se espera que a lo largo de lo que queda de año se conozca la fecha de los primeros exámenes. El sueldo de un Auxiliar es de entre 1.100 y 1.500 euros brutos mensuales, mientras que el de un administrativo puede oscilar entre los 1.400 y 1.800.
Qué oposiciones a Administrativos pueden ser más sencillas
A la hora de pensar en oposiciones a administrativos debemos diferenciar entre Administrativos del Estado, de las Comunidades Autónomas, de los ayuntamientos o entidades locales, y también de Universidades.
A ello se suman administrativos de Salud en los distintos servicios autonómicos.
Todas las plazas de administrativo son del subgrupo C1, y por lo tanto requieren un título de bachillerato o equivalente. Además, entre los requisitos está tener la nacionalidad española.
Así las cosas, y con pocas diferencias en cuanto a requisitos, toca fijarse en el temario. En este caso, los temas se distribuyen así:
- Administrativos del Estado: 38 temas
- Administrativos de Comunidades Autónomas: de 32 a 42
- Administrativos de Ayuntamiento: de 40 a 45
Como se puede ver, si nos referimos al temario, los Administrativos del Estado pueden ser los más sencillos, además de evitar pruebas de idiomas que se pueden dar en las autonomías con lenguas propias.