
Los efectos combinados de la nueva tarifa eléctrica y el calor típico de la estación veraniega hacen que el uso del aire acondicionado durante estas semanas vaya a ser más conflictivo que de costumbre por sus posibles repercusiones en la factura.
Por tal razón, desde la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) han elaborado una pequeña guía destinada a usar el aire acondicionado en un modo concreto que puede propiciar un ahorro de hasta el 30%: el modo 'eco' que permite a los apartados funcionar con un menor coste energético y la misma eficiencia.
Según la OCU, aunque los modos 'eco' varían de una marca a otra, sí tienen en común su funcionamiento: "un ajuste automático de la potencia mediante una elevación de la temperatura en el modo de enfriamiento o descenso en el modo de calentamiento". También pueden incluir el modo complementario Aleteo, que mueve las paletas para que distribuyan el aire por la estancia y aumenten la sensación de frescor.
Sea como fuere, el uso de este modo puede suponer un ahorro importante. Los cálculos de la OCU aseguran que, con un precio de 0,16 euros el kWh y un uso aproximado de 8 horas, un aire acondicionado que consuma unos 1.000 Wh puede tener un coste mensual de 27 euros en su modo 'eco', por los 38 de un modo estándar. El ahorro puede llegar a ser de 11 euros al mes.
¿Cuáles son los modos 'eco' de las marcas?
Cada marca es un mundo, así que hay que intentar establecer cuál es su modo 'eco' para que nos sea más fácil intentar este ahorro. La OCU informa de los diferentes modos que corresponden a algunas marcas identificables:
-Mitsubishi: aparece en el modo 'Econo cool', activando el aleteo y subiendo la temperatura dos grados.
-Samsung: su modo es el 'Smart saver', que hay que usar de modo óptimo en 24 grados de temperatura.
-Fujitsu y General: en su modo 'Economy' se ajusta la temperatura tanto al enfriar como al calentar.
-LG: en esta marca se denomina 'Energy control mode', que tiene una función que reduce el consumo en dos pasos.
-Panasonic: su modo 'EcoNavi' detecta la presencia de personas en la estancia, así como su actividad y la luminosidad de dicha estancia para regular la temperatura.