En BMO Global Asset Management consideran que los mercados emergentes han sido la gran sorpresa de este año con rentabilidades del 15%, aunque mejor que mercados emergentes prefieren llamarlos divergentes. Como no tiene nada que ver China con India, Brasil con Rusia, o Vietnam con Filipinas, para invertir en emergentes hay que ser selectivos.
Los mercados emergentes están llenos de compañías endeudadas, que dependen del precio de las materias primas, que no pagan dividendo y por ellos hay que eliminar de nuestras inversiones compañías endeudadas, que dependen de la FED, del crudo, que no pagan dividendo, etc., situando en el radar compañías bien gestionadas, que pagan dividendo y que estén en mercados domésticos con tendencias de consumo básico a medio/largo plazo.
Por eso, desde BMO Global Asset Management recomiendan el BMO Global Emerging Markets Growth, un fondo registrado en España, indicado para aquellos inversores que quieran beneficiarse de las ventajas de invertir en los mercados emergentes pero asumiendo un menor riesgo; por ejemplo, una compañía filipina de té, con gran potencial de crecimiento y una cuota de mercado del 74%.
El BMO Global Emerging Markets Growth tiene más de 500 partícipes. En rentabilidad se sitúa en el primer cuartil a 1, 3 y 5 años, y su volatilidad es inferior a la de su índice de referencia. Su rentabilidad en los últimos 12 meses ha sido del 18,2%, en los últimos 6 meses del 8,6% y la rentabilidad por dividendo es del 2,3%.
BMO Global Asset Management es una gestora de inversión especializada a nivel mundial con una sólida trayectoria y dedicación al cliente. Gestiona más de 259.000 millones de euros. Está presente en más de 25 oficinas de 15 países, con centros de inversión en Londres, Toronto, Chicago y Hong Kong y cuenta con más de 1.500 empleados y 250 estrategias de inversión.
En BMO Global Asset Management buscan compañías de calidad que paguen dividendos (algo no muy típico en los mercados emergentes), que generen flujo de caja libre (free cash flow) y que tengan una rentabilidad sobre activos superior a la media del mercado. Su filosofía consiste en invertir a largo plazo y buscar ideas de alta convicción por lo que la rotación de la cartera se sitúa por debajo del 25%.