
Pese a que los bancos son esenciales para un sistema financiero sano, los inversores tienden a ver un futuro alcista limitado para la mayoría de los valores bancarios de los mercados desarrollados debido a la regulación, la intensidad de capital y la compresión de los márgenes.
Así lo refleja el último estudio de la consultora global Bain & Company que destaca como las entidades financieras de India, Australia y Norteamérica, son aquellas en las que los inversores tienden a ver más posibilidades por los potenciales beneficios futuros que ofrecen. Al menos si se tiene en cuenta la ratio precio-valor contable, que se utiliza para comparar el precio de mercado de una acción con su valor contable y que evalúa si una acción está sobrevalorada o infravalorada.
En este contexto, los datos del estudio de la firma destacan como la confianza de los inversores en los bancos españoles es mayor que en la mayoría de los países analizados de la eurozona, aunque ligeramente inferior a la de Italia.
"Incluso en mercados de bajo crecimiento algunas entidades han logrado superar el escepticismo de los inversores y situarse a la cabeza del pelotón gracias a estrategias centradas, disciplina de costes y atractivas historias de renta variable", explica Tomás Moreno, socio de Bain & Company.
La consultora también ha detectado que, pese a que la mayoría de los analistas comienzan su análisis con la Rentabilidad sobre el Patrimonio Neto (ROE por sus siglas en inglés) de las entidades como métrica clave de rendimiento, ésta sólo explica, por ejemplo, entre el 43% y el 49% de la variación de los ratios precio-valor contable entre los bancos de Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico.
Es decir, los bancos con mejores resultados entienden que el ROE es necesario pero no suficiente. Lo que les diferencia no es sólo cuánto ganan, sino cómo pueden demostrar su capacidad para sostener márgenes y generar valor en el futuro.
Según el informe, las altas valoraciones de los bancos reflejan claridad estratégica, capacidades de primer orden allí donde importa y una ejecución coherente, mientras que los bancos menos exitosos o de bajo rendimiento a menudo se esfuerzan demasiado en perseguir una escala sin una lógica clara o se aferran a negocios heredados que erosionan la confianza de los inversores.
Puntos en común
Un aspecto común a muchos bancos líderes que Bain ha observado en su análisis es un enfoque que combina dos miradas: una centrada en optimizar el rendimiento actual mediante la reducción de las estructuras de costes, la mejora de la experiencia de los clientes y la ampliación de las operaciones a través de la nube y las tecnologías de automatización; y otra que se prepara para un panorama fundamentalmente diferente, configurado por ecosistemas nativos de IA, plataformas descentralizadas, un conjunto de competidores que incluye más empresas no bancarias y dinero programable.
"Los bancos que toman decisiones claras y disciplinadas sobre dónde jugar en términos de geografía, segmento de clientes y gama de productos, y luego respaldan esas decisiones con una ejecución sólida sobre cómo ganar, pueden avanzar en su camino hacia valoraciones altas y una nueva era de relevancia, resistencia y éxito", concluye Moreno.