
Una longeva trayectoria en continua transformación y la experiencia de contar con 90 años liderando el sector energético son sin duda los mejores avales de Cepsa. Presente en cinco continentes y con cerca de 10.000 profesionales en todo el mundo, la empresa es consciente de que el sector se enfrenta en los próximos años a uno de sus retos más trascendentales: proporcionar más energía que nunca a una población en constante crecimiento, con más capacidad de consumo, al mismo tiempo que ésta crece de forma sostenible y se reducen las emisiones contaminantes.
En este sentido, Cepsa se ha propuesto liderar esta nueva realidad con un enfoque innovador a través de su informe Cepsa Energy Outlook 2030 (CEO 2030); un proyecto que representa un paso natural de su camino y que, en palabras, de Héctor Perea, director de Estrategia Corporativa de la compañía, "es el fundamento para la definición de nuestra estrategia".
Además, Perea reconoce, al hilo de lo anterior, que "se deben analizar muchas incertidumbres que existen actualmente en el sector, por ejemplo, la penetración de nuevas energías como las renovables, el coche eléctrico, las nuevas tecnologías en el sector upstream y no convencionales, como la de las aguas profundas, exploración y producción, etc. Es, por tanto, necesario reflexionar sobre estos temas e intentar comprender cómo se van a desarrollar estas tecnologías en adelante y cómo nos posicionamos frente a ellas".
Y, precisamente en ese posicionamiento, Cepsa divide el mundo en tres regiones diferentes: por un lado, reguladores -países de la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), excepto México, expuestos a un mercado regulado y que prevén una demanda de energía menor a la de otras regiones-; por otro lado, energizantes -zonas líderes en exportar petróleo y gas, como América Latina, África, Oriente Medio y las antiguas repúblicas soviéticas-; y, por último, consumidores -países asiáticos que demandarán mucha energía en el futuro-.
Demanda energética creciente
No cabe duda de que el crecimiento demográfico acelerado plantea un complejo reto energético al ir ligado con un aumento en la demanda de electricidad y combustibles. Sin embargo, Cepsa ha dado un paso más en este camino y se ha propuesto hacer más con menos. Como bien se recoge en el informe CEO 2030, la demanda energética crecerá, entre 2015 y 2030, a un ritmo que será la mitad que en el período anterior, debido a las mejoras en eficiencia. No obstante, a pesar de ello, el crecimiento en la demanda de energía será sustancial (20 por ciento). En términos generales, en el año 2030 esta demanda se acercará a los 16.200 mtoe (millones de toneladas de petróleo equivalente).
Las energías renovables, por su parte, van a proporcionar más de la mitad del incremento en la generación de energía en los próximos 15 años; un suceso sin precedentes debido, sobre todo, al aumento de la penetración de las energías eólica y solar. En lo relativo al gas natural, éste mantendrá la segunda posición tras verse relegado frente a las energías renovables pero, no obstante, tendrá un incremento del 1% en el mix de generación eléctrica. Y, en cuanto al mix de la energía de 2030, éste seguirá estando dominado por el petróleo, el gas y el carbón.
Avances tecnológicos
Las nuevas tecnologías suponen, del mismo modo, un impulso a la eficiencia energética y a las energías renovables. En cuanto a lo primero, las novedosas herramientas permiten que los ciudadanos consuman energía de forma más inteligente y posibilitan que interactúen con sus proveedores y que éstos últimos, a su vez, se anticipen a sus demandas y necesidades. En lo relativo a las energías que proceden de fuentes renovables, los avances tecnológicos se traducirán en una reducción del coste asociado a su generación, así como en un aumento de la diversidad de oferta energética existente. Por supuesto, sin dejar de mencionar la mejora de la eficiencia de los motores de combustión gracias a la innovación tecnológica; un hecho que tendrá un impacto seis veces mayor en la reducción del consumo de combustible que la penetración de los vehículos de combustible alternativo.
Precisamente relacionado con lo anterior, la energética Cepsa es también consciente de la casuística tan compleja que se presentará en las ciudades -o, mejor dicho, megaciudades- ante la necesidad creciente de movilidad. Así, son muchas las soluciones que se siguen planteando ante este panorama, pero sin duda el auge de la movilidad compartida en detrimento de los automóviles es una de las más importantes.
En definitiva, el análisis Cepsa Energy Outlook 2030 -por cierto, el único de este nivel que realiza una empresa energética de origen español-, ha permitido a Cepsa esbozar un ambicioso plan para 2030 con el propósito de afianzar el modelo integrado actual, consolidarse como una compañía energética global integrada a nivel internacional y contribuir de forma activa y comprometida a construir un mapa energético del futuro con garantías y lleno de oportunidades.