Valencia
Medio año después de las inundaciones provocadas por la DANA, la recuperación del consumo de los habitantes de los municipios de la zona cero de Valencia es evidente, con niveles superiores incluso a la media del conjunto de España, debido en parte a la necesidad de reponer lo perdido. Sin embargo, los comercios y negocio de la zona no están pudiendo aprovecharlo al seguir muchos cerrados y las pequeñas empresas han visto caer sus ventas un 21% en lo que va de año.
Así lo constata un informe de CaixaBank Research sobre la Situación económica en la provincia de Valencia seis meses después de la DANA. El estudio define la situación de la zona cero como de "una recuperación a dos velocidades", ya que el repunte en el consumo de los habitantes "no se está reflejando en los comercios de ese territorio".
Frente a la fuerte caída del consumo en los días inmediatamente posteriores a la catástrofe, en que del 30 de octubre al 5 de noviembre el gasto en consumo se desplomó un 47% respecto a los mismos días del año anterior, "un mes después, el ritmo de crecimiento del gasto de los residentes de esta zona ya superaba el promedio del resto del territorio español, probablemente por las necesidades de reposición". Según el informe, esa tendencia se ha mantenido constante durante los meses posteriores y sigue por encima del resto de España.
En el caso de los negocios locales entre los días 30 de octubre y 5 de noviembre, la facturación de los comercios de la zona cero fue un 83% menor que en el mismo periodo del año anterior. La gran paradoja es que esa inyección al consumo no está beneficiando en la misma proporción a los comercios y autónomos de la zona. "El gasto realizado en los comercios de esta área sigue estando por debajo del de hace un año", con lo que "la recuperación del consumo de los habitantes de la zona cero no se está reflejando en los comercios de ese territorio.
Menos comercios y negocios
Para los analistas, el motivo sigue siendo que aún no ha reabierto parte del tejido afectados. En abril, el número de comercios y negocios activos en la zona cero se mantenía un 20% por debajo del periodo previo a la DANA, una cifra que sube hasta el 25% en el caso del comercio minorista.
Si se enfoca en las empresas, el impacto de la DANA también ha sido desigual según su tamaño. Cuando ya han pasado más de seis meses, las empresas pequeñas de la zona siguen viviendo un drama diario. La caída de su facturación en los días posteriores fue del 98%, muy superior a la de las grandes empresas. Y la recuperación llega lentamente, ya que en abril la facturación de las pequeñas empresas había caído un 21% por debajo de la del mismo periodo del año pasado.
El informe constata la diferencia en el tamaño empresarial, ya que las grandes empresas capearon mejor el temporal Su facturación cayó un 85% en los días posteriores a la riada, pero en abril su facturación se encontraba tan solo un 3% por debajo de la del año pasado.
Por municipios
Los datos reflejan que un aumento del consumo de los habitantes en un municipio no implica necesariamente una mayor facturación en sus comercios. Este es el caso de Alfafar y Sedaví, poblaciones en las cuales el consumo de sus habitantes ha crecido más de un 20% interanual en abril, pero cuya facturación a nivel de comercio se mantiene aún por debajo de la del mismo mes del año pasado.
Esto responde al impacto sobre el tejido comercial que supuso la DANA en el patrón de consumo de sus habitantes. En la gran mayoría de los municipios afectados se ha reducido la proporción del consumo que los residentes realizan dentro del mismo municipio. Entre ellos destaca Paiporta, en el que la proporción de consumo realizado dentro del municipio ha caído en 7,6 puntos porcentuales.
En el caso del gasto de los residentes, las personas con ingresos más bajos fueron las más afectadas por la DANA, pues su consumo llegó a caer un 82%, cifra muy superior a la caída del 40% entre las rentas más altas.