Economía

Por qué el FMI eleva el PIB de España si rebaja el del resto del mundo: la parte que nadie te había contado

  • El buen cierre de PIB en 2024 genera lo que se conoce como 'efecto arrastre'
  • El FMI no había incorporado todavía a sus previsiones este efecto estadístico
  • Además, la economía de España presenta menor vulnerabilidad a la guerra comercial

Nadie pone en duda la fortaleza agregada de la economía de España en un entorno incierto y de desaceleración. El PIB está creciendo tres veces más rápido que en la eurozona, la creación de empleo sigue siendo sólida y las previsiones no paran de mejorar. La última revisión al alza ha sido la del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha sido la más gratificante y, quizá, inesperada porque se ha producido en un contexto de elevadísima incertidumbre global y rebajas generalizadas. Con la excepción de Argentina (y algún país más que se escape), España ha sido la única gran economía que ha recibido una mejora de previsión. Esta meritoria mejora ha sido justificada en los medios como un signo de fortaleza de la economía española por su buena situación coyuntural y su baja exposición al comercio con EEUU. Sin embargo, al igual que nadie duda de la fortaleza de la economía, es cierto que hay otra parte que nadie ha contado y que es, probablemente, la más importante de todas: el FMI ha mejorado la previsión de crecimiento de España porque en esta publicación ha contabilizado el 'efecto arrastre'.

El último informe de perspectivas económicas del FMI, publicado este martes, recogía la subida de dos décimas para España, que se sitúa a la cabeza del crecimiento europeo, con un avance previsto del 2,5%, aunque con tendencia a desacelerarse e igualarse a la media de la región en 2026. Por el contrario, el FMI recortó las previsiones de Alemania, Francia e Italia, dentro de la zona del euro, y también la del Reino Unido, que avanzará el 1,1%, medio punto por debajo del último pronóstico. También redujo las previsiones de crecimiento mundiales, las de EEUU o China. ¿Por qué España parece inmune a los conflictos comerciales y la desaceleración global?

Una parte del relato contado es cierto. La economía de España muestra unos fundamentales sólidos basados en un mercado laboral que crece en términos expansivos gracias a la inmigración (personas en edad laboral que se incorporan al mercado), a un turismo que no parece tener techo y a una economía muy intensiva en el sector servicios, un sector que puede salir airoso, en parte, de las tensiones comerciales, que afectan sobre todo al intercambio de mercancías o bienes. Sin embargo, el 'efecto arrastre' o 'carry over effect' podría ser incluso más importante a la hora de analizar por qué el FMI ha decidido elevar la previsión de crecimiento de España.

El FMI llevaba sin publicar previsiones desde el pasado mes de enero, cuando no se conocía el dato de PIB de cierre de 2024 en España, lo que llevó al fondo a realizar sus previsiones sin saber cómo había terminado el año en España. Ese dato (la primera estimación) se conoció el 29 de enero y arrojó un crecimiento muy superior al esperado, lo que ha permitido que el punto de partida del PIB español este 2025 sea muy alto. De una forma burda y sencilla: con poco que haga la economía de España este año, el PIB presentará una tasa de variación muy positiva. No es lo mismo empezar una carrera saliendo en la parte delantera del cajón de salida (España) que en la parte de atrás.

La economía de España sorprendió a propios y extraños en el último trimestre de 2024, con un crecimiento del 3,4% interanual del PIB (frente al 3,2% esperado) que multiplicaba por tres al de la zona euro. En términos trimestrales, el PIB avanzó un 0,8%, según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística. Este buenísimo dato generó el conocido 'carry over effect'.

El carry-over effect en el crecimiento del PIB es un concepto fundamental para entender cómo la evolución de la economía en un año impacta sobre el crecimiento del año siguiente. Este efecto representa la inercia que arrastra la economía desde el último trimestre del año previo, de modo que, si el PIB se mantiene constante a lo largo del nuevo año, el crecimiento anual reflejaría únicamente el efecto de arrastre dejado por el año anterior. En palabras del BCE, "el carry-over effect muestra cuánto crecería el PIB en un año determinado si todas las tasas de crecimiento trimestrales de ese año fueran cero". En otras palabras, incluso sin variaciones adicionales en la actividad económica, el PIB anual puede reflejar un crecimiento positivo o negativo derivado del punto de partida en el que se encontraba la economía. Parece arte de magia, pero no... es contabilidad nacional.

Este va a ser el caso de España. Acudiendo a las cifras de PIB de volúmenes encadenados a través de índices (el índice 100 equivale a un año de partida desde ahí varía ese 100 en función del crecimiento o caída del PIB) que publica el INE se puede ver como en el último trimestre de 2024, el PIB español alcanzó un índice de 121,4 (un 0,8% más alto que el del trimestre anterior, que era de 120,584 y un 3,4% superior al mismo índice de un año antes). Si la economía de España se estancase de ahora hasta el final del año que viene y durante los cuatro trimestres de 2025 este índice se quedara congelado en los 121,4 puntos, el PIB ya presentaría una expansión del 1,2% anual. Lo normal es que la economía de España siga creciendo con cierta intensidad, dada la fuerte creación de empleo y la resistencia del sector servicios, con el turismo a la cabeza. Por ello, la mayoría de las revisiones del PIB se han revisado al alza con una horquilla de entre el 2,4 y el 2,8%, mientras que el consenso de Bloomberg habla de una previsión de PIB del 2,5% para este año.

Daniel Kral, economista de Oxford Economics, explicaba en la red social X que "España es la economía avanzada entre las grandes que presenta un mayor crecimiento den 2024, con el fuerte final de año, incluso si no hubiera crecimiento alguno en cada uno de los trimestres de 2025, el crecimiento del año sería 1,2%. Solo con que el PIB avanzase un 0,4% trimestral (la mitad del ritmo de este año), el crecimiento sería del 2,3% en 2025, el doble que el de la eurozona", señalaba este experto. Si la economía de España crece solo un 0,4% trimestral supondría que el PIB estaría desacelerándose a la mitad del ritmo presentado en 2024 trimestre a trimestre, algo que parece poco probable.

Como se puede ver en el gráfico, hasta el mes de enero de este año, el consenso de Bloomberg preveía que el PIB de España crecería en 2025 un 2,2%, una previsión que prácticamente coincidía con la del FMI. Tras la publicación en enero del dato del cuarto trimestre de 2024 se produjo una cascada de revisiones al alza del PIB español por ese 'efecto arrastre'. El FMI ha sido el último en sumarse a estas revisiones. Esto no quita mérito al buen comportamiento esperado de la economía española, pero sí explica por qué elevan la previsión de España mientras que se rebaja la del resto de países comparables. Sin ese 'carry over effect' o 'efecto arrastre', la previsión se habría mantenido en niveles muy similares a la publicada en enero, algo que también habría sido positivo, puesto que la rebaja ha sido generalizada y la mayor fortaleza relativa de España permite que el país mantenga su senda de crecimiento en un entorno incierto.

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