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Bruselas aprueba la compra de Jazztel por parte de Orange con condiciones

La Comisión Europea ha aprobado la compra de Jazztel por parte de Orange. La operación está supeditada a que Orange cumpla plenamente una serie de condiciones o remedios, entre las que destaca la transferencia de activos y capacidad de red de la sociedad resultante a otro operador, ya sea MásMóvil o Yoigo.

Y es que, para aprobar la operación, era clave "que los consumidores españoles no tendrían que soportar precios más elevados por el acceso fijo a Internet. Con las medidas correctivas adoptadas en esta fusión, un nuevo operador podrá penetrar en el mercado y competir con el mismo vigor con el que lo hacen Orange y Jazztel en la actualidad", ha expuesto Margrethe Vestager, Comisaria europea de política de competencia.

En concreto, la Comisión ha concluido que la nueva entidad tendría menos incentivos para competir de manera agresiva contra el resto de operadores; que los restantes competidores principales, Telefónica y Vodafone, habrían podido sustituir la presión de la competencia anteriormente ejercida por Orange y Jazztel, porque se beneficiarían también de una reducción de la presión sobre los precios.

Asimismo, la Comisión explica que a los nuevos operadores les habría resultado muy difícil entrar en el mercado a causa de las elevadas inversiones necesarias para introducirse en los mercados minoristas que implican servicios de acceso fijo a Internet, al tiempo que los consumidores finales no tendrían ningún poder de negociación compensatorio para influir en las condiciones contractuales ofrecidas por unos proveedores con una posición sólida.

Una oferta complementaria

La Comisión explica que de no seguir adelante con el proceso, conllevaría a reducción del nivel de competencia, -especialmente en el corto a medio plazo-  en el segmento de mercado con una velocidad de hasta 30 Mbits por segundo, lo que representaba aproximadamente cuatro de cada cinco conexiones a Internet en España en 2014.

La Comisión también consideró el hecho de que las ofertas de Orange y Jazztel para la prestación de servicios de telecomunicación móvil son complementarias, lo que podría dar lugar a eficiencias. Aunque estas mejoras de eficiencia reducen los efectos contrarios a la competencia de la fusión, la Comisión llegó a la conclusión de que seguiría siendo significativa la pérdida de la competencia causada por la operación, tal como se notificó inicialmente.

¿A quién irán las infraestructuras?

Aún no hay nada decidido sobre quién será el destinatario de las referidas infraestructuras -entre las que se incluye toda la red de ADSL de Jazztel- y tampoco se deshojará la margarita en las próximas semanas. De esa forma, tanto la filial española de Telia Sonera como el operador móvil virtual que cotiza en el MAB disponen de parecidas probabilidades de éxito, sin descartar que finalmente sean ambas sociedades las que se repartan los activos redundantes a los que ahora Orange-Jazztel están obligados a desinvertir.

La decisión de Bruselas favorable a la integración del Jazztel en Orange se produce diez días antes de lo inicialmente previsto, debido al acuerdo que ya existe en la comisión de Competencia que dirige Margrethe Vestager. Según las mismas fuentes, Orange dispone de tres o cuatro meses para negociar con el futuro comprador, proceso en el que también participará un comisionado de Bruselas para garantizar el cumplimiento de las condiciones.

Vía libre ante la CNMV

A partir de ahora, Orange dispone de pista libre para presentar el folleto de la opa sobre Jazztel ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este organismo dará su correspondiente aprobación de forma rápida para que la filial española del Grupo Orange formalice la oferta de compra de acciones a un precio de 13 euros por cada título de Jazztel, tal y como se acordó a finales del pasado verano. Desde ese momento, los titulares de las acciones de Jazztel podrán vender sus participaciones, lo que en conjunto eleva el importe de la compra a 3.400 millones de euros.

La actuación de Bruselas en la aprobación de la compra de Jazztel por parte de Orange ha sido prácticamente idéntica a la adquisición de E-Plus por parte de Telefónica Alemania. En esa ocasión, la Comisión Europea aceptó la concentración a la espera de que el grupo resultante vendiera el 20% de su capacidad de red a un nuevo operador, como meses después ocurrió con el operador móvil virtual Drillisch.

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