
China comienza a cumplir con su compromiso de desterrar los motores de combustión de su parque de automóviles con la obligación de los fabricantes de asumir una cuota de venta del 10% de coches eléctricos o híbridos a partir de 2019. EL porcentaje se elevará al 12% en 2020.
La normativa, que será revisada en 2021 para establecer nuevas cuotas, se aplicará a las marcas que produzcan o importen al menos 30.000 vehículos en el mercado nacional, el mayor del mundo.
Se aplicará un sistema de "créditos de vehículos de nuevas energías" que las compañías tendrán que cumplir anualmente si no quieren afrontar multas.
Un borrador de esta medida divulgado en julio fijaba las cuotas para 2018, pero finalmente la entrada en vigor de la medida se retrasó en la versión final tras una serie de observaciones de los fabricantes del sector, partidarios de una implantación más paulatina.
Un millón de ventas al año
China es ya el mayor mercado mundial de vehículos eléctricos e híbridos, con alrededor de un millón de unidades vendidas desde que el sector comenzó a desarrollarse a principios de esta década, una cifra aún pequeña para un país por el que circulan unos 200 millones de automóviles.
Impulsado a través de subsidios por el Gobierno chino, como una forma de luchar contra la creciente polución que atenaza las ciudades del país, el mercado de los vehículos eléctricos en China está liderado por las firmas locales BYD y Beijing Electric Vehicle.
Pero algunos de los principales fabricantes extranjeros, como el Grupo Volkswagen, Ford, Daimler-Benz o Renault-Nissan, también están intentando entrar en ese mercado mediante sociedades mixtas con fabricantes chinos.
Prohibición a largo plazo
El viceministro de Industria y Tecnología de la Información, Xin Guobin, avanzó hace unos días que la estrategia del Gobierno pasa por la prohibición total de este tipo de vehículos para seguir los pasos de Reino Unido o Francia.
El propio Gobierno había filtrado que las restricciones en las ventas se iban a comenzar a aplicar ya en 2018, con un cupo obligatorio para los fabricantes del 8%.