Economía

El FMI avisa del riesgo de deflación: puede ser "desastroso" para la recuperación

  • Es el único gran organismo económico que lanza la voz de alarma
  • Los bancos centrales muestran incluso miedo a mencionar la palabra

Ni a corto ni a medio plazo. El Banco Central Europeo (BCE) insiste en que no ve riesgos de deflación. Sí admite que la Eurozona afronta una larga fase de baja inflación y es consciente de que un escenario de caída de precios sería un gran golpe para la recuperación. Por eso admite que vigilará al detalle su evolución. Con todo, sólo el Fondo Monetario Internacional (FMI) se atreve a lanzar la voz de alarma.

"Con la inflación por debajo de los objetivos de los bancos centrales, vemos crecientes riesgos de deflación, lo que podría ser desastroso para la recuperación", aseguró este miércoles la directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, en un discurso en el National Press Club de Washington.

Es, quizá, la única mandataria económica que alerta de forma más clara de los males de la deflación. Con los bancos centrales mostrando incluso miedo a mencionar la palabra deflación, las declaraciones de Lagarde hacen de ella la primera responsable de la política de alto nivel en dar aviso de que la muy baja inflación que muestran los países ricos podría resultar en el tipo de caída de los precios que han perseguido a la economía de Japón durante dos décadas, recuerda el Financial Times.

El BCE, alerta

En su discurso de la semana pasada, el presidente del BCE, Mario Draghi, subrayó que la institución no aprecia riesgos de que la Eurozona registre un periodo de deflación similar al sufrido por Japón en los años 90, aunque advirtió de que aún es "prematuro" proclamar el final de las dificultades en la zona euro.

Según defendió, a diferencia de lo acontecido en el país nipón, en la zona euro las perspectivas de inflación a medio y largo plazo se encuentran firmemente ancladas de acuerdo con la definición de estabilidad de precios del BCE.

En Europa, también desde el Eurogrupo se intenta alejar los temores de deflación. Su presidente, Jeroen Dijsselbloem, considera además que la caída de los precios es una señal más de que la economía de la región comunitaria se recupera.

"La relativamente baja inflación en estos momentos es parte de la fase en la que nos encontramos, que está lidiando con algunos problemas macroeconómicos".

¿Y en el caso de España?

En España, la inflación cerró el año 2013 en el 0,3% interanual, la tasa más baja en un mes de diciembre desde el año 1961. El Gobierno avanza que en próximos meses seguirá en tasas moderadas, lo que tendrá efectos positivos sobre la competitividad y las exportaciones.

La mayor parte de los analistas descarta que España se enfrente a una situación de prolongada caída de los precios. Pero en un informe difundido esta semana, los expertos de Moody's invitan a estar atentos a su evolución, y alertan de que un indicador clave de la presión de la demanda sugiere que España podría enfrentarse a un breve período de deflación leve, similar al que experimentó entre marzo y octubre de 2009.

¿Cómo actúa la deflación?

De llegar a una situación tal y prolongarse, ¿qué consecuencias tendría para la economía española? Al caer los precios, la deflación podría impedir que la incipiente recuperación de la que tanto habla el Gobierno ganase tracción.

Los hogares y las empresas tendrían más dificultades para pagar los préstamos existentes, apunta Moody's, lo que les llevaría a reducir o posponer el gasto y la inversión. Además de reducir sus compras ante la creencia que en adelante puede ser todo más barato.

Del mismo modo, un escenario de precios a la baja haría más difícil para el gobierno el control del endeudamiento, reducir la deuda, aumentado la presión sobre la austeridad fiscal.

De parte de esos peligros alertaba hace unos días el socio de Variant Perception, Jonathan Tepper. Sobre la situación de España, este experto asegura que "el desapalancamiento es feo". En su opinión, la situación del país no es la mejor ya que la "deuda sigue estable pero los sueldos están cayendo". "Si los salarios disminuyen y la deuda sigue igual, tu deuda crece". Una situación que según el analista ha hecho que "el gap [relación deuda-PIB] este avanzado y roce el 100%".

Ecos de Japón: ¿década pérdida?

Desde Asinver señalan que España está lejos de esa deflación y de entrar en una "japonización", que la recesión se convierta en una depresión. "Estamos viendo cómo en España algunos productos de la cesta caen más que otros y eso está provocando tasas cero o incluso negativas, pero el riesgo de deflación está siendo sobrevalorado", aseguran.

Desde el Gobierno se insiste en que ya estamos ante la recuperación, pero otros muchos economistas llevan tiempo alertando de las similitudes de España con la situación que vivió Japón en los 90. Una ola de austeridad en 1997, mientras el sector privado se estaba desapalancando con tipos de interés cercanos a cero provocó cinco trimestres de contracción y un déficit público enorme.

Aunque España ya ha dejado atrás la recesión técnica, los expertos avisan de los peligros de insistir en consolidación fiscal cuando el sector privado está reduciendo su deuda al mismo tiempo. Richard Koo, economista del Instituto de Investigación de Nomura acuñó hace un tiempo el término balance sheet recession, recesión de balance.

A pesar del bajo nivel de tipos de interés del BCE, durante este tipo de recesiones de balance, la política monetaria laxa no estimula el crédito como lo hace durante una caída de la economía normal, explicaba el analista. "A Japón le llevó 10 años salir de su error de política. Odio ver a España siguiendo el mismo camino", concluyó.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky