
La ubicación de la oferta o el perfil de la demanda de viviendas compartidas apenas ha cambiado en la última década, sin embargo, se observa una evolución respecto a aspectos como el equipamiento de las habitaciones o las preferencias de aquellos que las alquilan a un tercero. Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del estudio de pisos.com sobre el mercado de habitaciones en alquiler desde la publicación del primer estudio realizado en 2011.
Madrid y Barcelona siguen siendo los epicentros de este mercado. Sin embargo, mientras que en 2011 la Ciudad Condal (12%) estaba por detrás de la capital española (19%) en volumen respecto al total de España, hoy Barcelona (19%) cuenta con más pisos en alquiler compartido, si bien está muy igualada con Madrid (16%).
"Esta fórmula de acceso a la vivienda siempre tendrá a las capitales de primera línea como principal escenario. Aunque en otras ciudades existen universidades de gran nivel y una razonable actividad empresarial, el mayor catálogo formativo y laboral se sitúa en Madrid y Barcelona", señala Ferran Font, director de Estudios de pisos.com. El directivo añade que "la mayoría de los jóvenes van allá donde se concentran las oportunidades".
De hecho, el grupo de edad predominante en la demanda de este tipo de viviendas ahora y hace diez años es el mismo: de 18 a 25 años, si bien en 2021 (51%) perdió un poco de relevancia frente a 2011 (55%).
La oferta ha aumentado en cuanto al alquiler de habitaciones para parejas, siendo un 11% los que se muestran abiertamente partidarios de arrendarles una habitación frente al 4% de hace una década. También se ha extendido el fenómeno pet friendly: en el 10% de los pisos aceptan mascotas, siete puntos más que en 2011, según los datos del portal inmobiliario. Con lo que los arrendadores se han cerrado en banda es con el tabaco, dado que los fumadores tienen vetada la entrada en el 41% de las viviendas, un porcentaje que hace una década era del 18%.
Importancia al mobiliario
Hace diez años era más habitual que las habitaciones carecieran de mobiliario. De hecho, solo el 53% de la muestra analizada por el portal lo tenía, mientras que ahora es el 95%. También ha aumentado el protagonismo de las habitaciones exteriores (del 46% al 64%) y de las suites (del 2% al 14%).
Las viviendas conectadas también han ganado importancia, si antes contaban con Internet la mitad de los pisos, hoy son el 69%. Por otra parte, el teléfono fijo en la habitación ha caído en completo desuso desde el 9% alcanzado hace diez años, al igual que la televisión propia que ha pasado del 37% al 1%.
Según Font el fenómeno expansivo de los smartphones y del streaming tiene mucho que ver: "La pérdida de peso del teléfono fijo y de la televisión guarda relación con la penetración de los dispositivos móviles en España y los hábitos de los jóvenes. Tienen Internet en el móvil y acceso a contenido audiovisual, por lo que, si bien un piso compartido con Internet puede ser atractivo para ahorrar megas, no es decisivo".