
Una de las grandes operaciones inmobiliarias del año se aproxima a su cierre. Esta semana Brookiefld recibirá previsiblemente las ofertas vinculantes por Livensa, su marca de alojamientos para estudiantes, según apuntan fuentes del sector a elEconomista.es.
La operación, que puede acercarse a los 1.300 millones de euros, atrajo el interés de más de una decena de grandes inversores. Si bien, ahora únicamente suenan con fuerza cuatro nombres para la fase final después de que Hines se haya caído del proceso, y según apuntan las mismas fuentes, Greystar también podría abandonar la operación.
De este modo, la rama inmobiliaria de la aseguradora AXA, KKR, el fondo canadiense CPPIB y el operador Global Student Accomodation (GSA) serían los inversores con más opciones pasar al siguiente nivel de la operación.
La firma canadiense encargó el proceso de desinversión a Crédit Agricole, Morgan Stanley y Eastdil. Este último estaría trabajando también de forma paralela en la captación de 650 millones de deuda que ayuden al comprador a financiar la operación.
Livensa se fundó originalmente en 2013 como Temprano Capital para buscar valor a partir de las oportunidades emergentes provocadas por la crisis financiera de 2008.
En 2020 la división inmobiliaria de Brookfield, de la mano de Neil Jones y James Preston, fundadores de Temprano Capital Partner, constituyeron una joint venture que suponía la entrada del fondo canadiense en el mercado ibérico de residencias de estudiantes. Así, se hizo con una cartera de residencias de estudiantes, que en ese momento estaban principalmente en construcción, repartidas entre España y Portugal.
Actualmente, el portfolio de Livensa se compone de 23 inmuebles (en funcionamiento y en proyecto) que suman un total de 10.000 plazas repartidas en 13 ciudades (diez en España y tres en Portugal). La compañía cuenta además con un ambicioso plan de crecimiento que le llevará a alcanzar las 20.000 camas en 2028.
Este proceso de crecimiento se basa en la elevada demanda de estudiantes que registra España cada año y que crece de forma constante. Concretamente, se estima que hay una brecha entre la oferta de plazas y la demanda, con algunos estudios señalando un déficit de hasta 450.000 camas. De forma histórica las ciudades de Madrid y Barcelona han sido líderes en inversión en residencias en España, pero cada vez más se observa un interés creciente en otras ubicaciones con alta demanda universitaria.