
El actual dueño de Casa Orsola y propietario de la empresa Lioness Investments, Albert Ollé, ha afirmado tras la venta del inmueble que se han impuesto "la responsabilidad, el sentido común y el respeto", y se ha defendido de quienes lo acusan de ser un "fondo buitre". El empresario se ha pronunciado así después del anuncio de la venta del edificio residencial al Ayuntamiento de Barcelona y la fundación Hábitat 3.
En un comunicado titulado "Acuerdos desde el respeto, acuerdos sin coacciones", Ollé ha asegurado que a pesar de "los insultos y el acoso", siempre había actuado siguiendo un objetivo:"Contribuir honesta y responsablemente desde nuestra actividad empresarial en Barcelona, en términos de dinamismo económico y de re valorización de la ciudad a través de la preservación de nuestro patrimonio".
Tras agradecer la actitud del Síndic de Greuges de Barcelona y del consistorio en favor de una solución "positiva para todas las partes", el empresario no ha escatimado críticas contra el Sindicat de Llogateres:"La realidad, hoy, nos confirma que es imposible dialogar con aquellos que se alimentan del conflicto por el conflicto, y que la voluntad del Sindicat de Llogateres no ha pasado nunca por lograr ningún acuerdo y encontrar soluciones para cada uno de los vecinos. Esto es el que esconden detrás su máscara: la imposición como finalidad y la violencia como estrategia".
Por último, Ollé ha rechazado las acusaciones de representar a un "fondo buitre": "Durante estos años ha quedado claro que, cuando no tienes argumentos que defiendan tu posición, la estrategia del insulto y de la mentira es la salida fácil". "En una sociedad donde los valores fundamentales se diluyen, hay que preguntarnos: ¿quiénes son los verdaderos buitres?", concluye el comunicado.