
Hoy en día no es extraño poder obtener una hipoteca para la compra de la vivienda a través de Internet, ya sea desde las propias páginas de las entidades financieras o bien a través de fintech o comercializadoras e, incluso, brokers. Sin embargo, son hipotecas que tienen diferencias con las que se ofrecen en oficinas de los bancos o cajas, especialmente en cuanto a su coste. Y, ¿qué es más económico para el consumidor? ¿Una hipoteca online o una hipoteca de oficina?
La respuesta depende de cada entidad y de lo que se ofrezca porque, además, hay bancos y cajas que establecen unas determinadas condiciones de la hipoteca en función de la renta de la persona que vaya a comprar la vivienda. De hecho, el volumen de ingresos de quien va a comprar la vivienda es el principal elemento negociador de cara a la hipoteca.
Y tampoco hay que olvidar que muchas ofertas hipotecarias de las que se muestran a través de los comparadores de hipotecas o de fintech no son ofertas en sí, dado que responden a las hipotecas de las webs de las entidades financieras.
Y, entonces ¿cuál elegir? Atendiendo al coste de la hipoteca, se observa que de forma generalizada es más ventajosa para el consumidor la que se concreta a través de una oficina. Es decir, según el método tradicional con bancos y cajas. Y, ¿por qué? Varias son las diferencias entre la hipoteca online y la de oficina en este caso.
La primera de ellas es que un empleado de la oficina bancaria tiene más margen de maniobra al conocer las directrices de última hora de la entidad y el comportamiento de su departamento de riesgo en cuanto a concesión y negativa de hipotecas. Sin embargo, en el caso de la hipoteca online, la llamada que se realiza al consumidor suele ser de personas de empresas o contratas ajenas a la entidad financiera y que trabajan un mes para un banco y otro mes para otro. Esto hace que tengan una menor flexibilidad, según se desprende del 'Estudio de la oferta hipotecaria online' de Aicar-Adicae, presentado hoy en Zaragoza.
No obstante, en la oferta presencial se suele hacer una vinculación con otros productos para bonificar la hipoteca, lo que hace que se pueda perder esa ventaja económica en comparación con la hipoteca online. En ocasiones, el coste de la contratación de esos productos no compensa la bonificación en el préstamo hipotecario.
Normalmente, la bonificación máxima que se ofrece sobre el tipo de interés es del 1%, ofreciéndose de forma gradual en función del número de productos que se contraten. De este modo, primero es habitual que se aplique el 0,25%, luego el 0,50% y, finalmente, ese 1%.
Esta bonificación del 1% en una hipoteca media de 150.000 euros supone 125 euros al mes en los primeros años, alcanzando los 1.500 euros anuales, pero se reduce hasta cero a lo largo de 30 años de hipoteca.
Y es que los productos vinculados con la hipoteca para beneficiarse de la bonificación tienen un coste que no siempre es conocido. Es el caso de la domiciliación de recibos y nómina con lo que el consumidor renuncia a la exención en comisión de mantenimiento de la cuenta bancaria, lo que supone entre 120 y 200 euros al año de media. De este modo, se puede producir un aumento de comisiones en la cuenta en la que se retiran la nómina y los recibos.
Otro de los productos vinculados más habituales son los seguros. Por ejemplo, el seguro de hogar-incendios implica un sobre coste de entre 120 y 200 euros al año, aunque depende de la póliza suscrita, mientras que el seguro de vida supone añadir entre 440 y 360 euros al año. Además, en algunos casos se establece la denominada prima única, que obliga a pagar desde el primer día las primas de todos los años.
También se vinculan las tarjetas de crédito con una media de 40 euros al año por mantenimiento y siempre que se haga un número de compras mínimas al año, así como los planes de pensiones con una aportación mínima de 600 euros. A veces, incluso se vinculan fondos de inversión en los que se pide una aportación mínima de 900 euros.
Toca así hacer cuentas y asegurarse de qué hipoteca es la mejor en cuanto a coste, ya sea online o en oficina y en función de si se opta por la bonificación y por la vinculación de diversos productos.