Especial ESG
En la última década, la sostenibilidad ha pasado de ser una tendencia emergente a convertirse en un criterio esencial para los compradores de vivienda. Las personas buscan hogares funcionales, confortables y cómodos, pero también que sean eficientes y tengan un impacto ambiental reducido. Además, este tipo de viviendas suponen un ahorro del consumo energético, lo que se refleja en el bolsillo de los propietarios.
Prueba del creciente interés por la sostenibilidad en el sector residencial es que el 77,8% de los compradores ya tiene en cuenta ese elemento a la hora de adquirir una vivienda, según desvela el Observatorio UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios) sobre Vivienda y Sostenibilidad. El estudio -realizado a más de 2.000 ciudadanos de entre 25 y 65 años- detalla que el 60% de los encuestados considera la sostenibilidad al elegir una vivienda, y para un 17,8% es un requisito fundamental, mientras que el 22,2% prescinde de esta característica.
Por comunidades autónomas, los compradores de La Rioja, Asturias y Extremadura son los que más valorar la eficiencia energética durante el proceso de compra, con porcentajes que alcanzan el 92,3%, 83,3% y 81,8% respectivamente. Por el contrario, Cantabria, País Vasco y Castilla y León muestran niveles de consideración más bajos.
Asimismo, el análisis realizado por UCI desvela que seis de cada diez propietarios desconocen el certificado energético de la vivienda, lo que pone en evidencia la "necesidad de una mayor educación y concienciación sobre este aspecto crucial de la eficiencia energética del hogar".
Por otro lado, consultados por su disposición para asumir un mayor importe a cambio de una vivienda eficiente, un 76,8% afirman estar dispuestos a pagar hasta un 6,96% adicional sobre el precio de compra, siendo los propietarios de La Rioja, Comunidad Valenciana y Asturias quienes desembolsarían un mayor porcentaje, mientras que cántabros, aragoneses y canarios pagarían menos.
El documento recuerda que el Parlamento y Consejo de la UE dieron luz verde este año a la EPBD, la directiva sobre eficiencia energética de los edificios que establece estándares más estrictos para promover la reducción de emisiones y el ahorro energético en los edificios. Al respecto indica que, a pesar de que más de 8 de cada 10 viviendas son ineficientes, el 83% de los españoles considera que su vivienda es medianamente eficiente (43,1%) e incluso muy eficiente (40,5%).
Por otro lado, aunque el estudio señala que la mayoría de los españoles (98,1%) considera que una reforma energética revalorizaría sus propiedades, en esta edición se pone de manifiesto un descenso en el interés por mejorar este aspecto. Así, frente al 51,5% que afirmaba estar dispuesto a realizar reformas en sus hogares en la pasada edición, el porcentaje de esta edición baja al 48,7%.
Además, el principal obstáculo para lograr una vivienda eficiente sigue siendo el precio, que para el 52,1% es la principal barrera; seguido por la necesidad de llevar a cabo una reforma (con un 45,2%) y la falta de financiación para las mejoras (con un 37,4%).
"Pese a que se identifican mejoras en torno al conocimiento y concienciación por parte de los compradores españoles en relación con la sostenibilidad, todavía las cifras están muy lejos de lo deseado. Por ello, es esencial intensificar la concienciación y la accesibilidad a las opciones de financiación sostenible. Hacerlo no solo es crucial para alcanzar nuestros objetivos de descarbonización, sino que también es una inversión inteligente frente a la elevada inflación y los altos precios energéticos actuales", explica Cátia Alves, directora de Sostenibilidad & Rehabilitación de UCI.