
El merado inmobiliario comercial de Gran Bretaña está despertando tras años de letargo, y el inversor lo sabe. La denominada 'crisis de las oficinas' que propició la pandemia con la imposición del teletrabajo y perpetuó después la subida de tipos de interés para contener la inflación está empezando a ver el final pero con precios mucho más bajos que antes de 2020.
Algunas propiedades de oficinas de alto valor, recoge Reuters, están a la venta a precios por debajo de lo que habrían costado algunos años atrás. Es el caso del inversor inmobiliario Nuveen, que ha puesto a la venta por 322 millones de libras la 'lata de jamón', una torre de 21 plantas en la City de Londres con forma redondeada que se terminó de construir en 2019 y por la que en 2022 solicitó 400 millones que nadie estuvo dispuesto a pagar.
Otro ejemplo es el de Brookfield de Canadá. Según el proveedor de datos del sector CoStar, la empresa de construcción de viviendas está pidiendo en torno a 500 millones de libras por la torre Citypoint, cuya valoración formal más reciente rondaba los 670 millones de libras y su precio de venta ascendió a 560 millones la última vez que fue adquirida, en 2016.
La demanda de edificios nuevos de oficinas está al alza. Las reformadas torres de M&G Real Estate en el privilegiado número 40 de la calle Leadenhall -muy cerca del London Bridge- ya están alquiladas en más del 80%. Su atractivo para atraer inquilinos son los exclusivos extras como saunas, peluquería, salas de fitness... e incluso un cine.
El lavado de cara se vuelve indispensable para atraer la inversión y dejar atrás el agujero en que la pandemia y la inflación sumieron al mercado inmobiliario comercial (oficinas, comercio minorista, logística y viviendas de alquiler). Sin embargo, los costes de construcción de 'primera clase' en Londres han aumentado a más de 500 libras su metro cuadrado cuando en 2019 no llegaban a las 400. Según la consultora de construcción Turner & Townsend, la mitad de ese aumento se debió a la inflación, y el resto a los mejores servicios y las credenciales ecológicas.
La revitalización del mercado ha empezado por el centro. Las antiguas oficinas a las afueras de la ciudad siguen siendo difíciles de vender, aunque el escenario podría cambiar paulatinamente a medida que se afianza el retroceso global de la inflación y los tipos de interés siguen relajándose y aliviando los costes financieros para los inversores.
Inversores y agentes inmobiliarios confirman que los vendedores están aceptando vender por debajo del precio, en algunos casos por los altos costes de refinanciación que los compradores extranjeros sí podrían estar dispuestos a hacerlo. El mercado está atrayendo un creciente interés de los inversores de Oriente Medio, Asia y Australia, señala Schroders, gestor de activos que planea invertir en propiedades comerciales británicas este año y el próximo.
La avanzadilla para la eurozona y EEUU
Reino Unido será el conejillo de indias de la vuelta a la normalidad del sector y otros países de la eurozona y EEUU podrán analizar en su ejemplo cómo será la vuelta a la normalidad.
Los volúmenes de transacciones en el sector inmobiliario comercial se recuperaron un 26% anual en el segundo trimestre, según datos de MSCI , en comparación con caídas del 45% y el 22% que aún anotan Francia y Alemania, respectivamente. Tras desplomarse en 2022 y 2023 desde Capital Economics no descartan que los precios comerciales del Reino Unido aumenten un 2% este año mientras siguen cayendo en la zona euro y EEUU, ni que superen a otros mercados occidentales en los próximos cuatro años.
Con todo, queda mucho por recuperar. También en datos de MSCI, el volumen de ventas de oficinas sigue estando un 21% por debajo del resto del mercado británico y no se han producido operaciones por más de 100 millones de libras en el primer semestre de este año, algo que no ocurría desde 1999, indica CoStar.
Asimismo, la tasa de de oficinas vacías siguen aumentando y alcanzó el 10,1% en Londres en el tercer trimestre, la cifra más alta en más de 20 años. Casi el 17% de las oficinas fantasma se concentra en el área de Docklands, donde Canary Wharf Group está considerando convertir algunos espacios vacíos en hoteles.