Vivienda - Inmobiliario

Comprar una vivienda antes de los 35 es posible: la encrucijada inmobiliaria de los jóvenes que les aleja de ser propietarios

Madrid se manifiesta este fin de semana por el derecho a la vivienda en una convocatoria realizada por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Madrid junto con los sindicatos de CCOO, UGT, Amnistía Internacional, sindicatos de inquilino, estudiantes Plataforma de Afectados por la Hipoteca y algunos grupos pertenecientes a Greenpeace

La cita de este domingo es la respuesta a la inacción de las administraciones competentes ante la escalada del precio de la vivienda, que sufren especialmente los jóvenes, y que solicita implantar la medida del tope del alquiler contemplada en Ley de Vivienda, que ya adoptan algunas ciudades como Barcelona.

Desde hace tiempo, expertos en el sector recomienda aumentar las ayudas públicas y facilitar el acceso a hipotecas para destensar el mercado inmobiliario. Si bien es cierto que ya existen algunas de estas medidas, como el plan Mi primera Vivienda, impulsado por la Comunidad de Madrid en colaboración con ciertas entidades bancarias que permiten la concesión de préstamo hipotecario de hasta el 100%, sigue resultado insuficiente. E incluso existe la posibilidad de acceder a las líneas ICO de financiación, que facilita fondos con la intermediación de las entidades de crédito.

Aun así, la mayoría de los jóvenes no pueden acceder a una vivienda: una hipoteca al 100% solo implicaría un endeudamiento mayor y más teniendo en cuenta los precios actuales. El precio medio de venta en la Comunidad de Madrid es 3.569 €/m2, más de un 14% superior que a principios de 2024, según publica el portal inmobiliario Idealista. Para la ciudad de Madrid esta cifra se eleva un 33% hasta los 4.756 €/m2, casi un 18% que en enero de este año.

Por eso, muchos menores de 35 especulan con la posibilidad de que nunca van a poder ser propietarios de una vivienda, o al menos no antes de los 35 o 40 años. Una edad a la que nuestros padres y abuelos tenían mucho más poder adquisitivo y los convertía, en muchos caso, en dobles propietarios.

Menos propietarios que hace 10 años

Es por eso por lo que desde hace años se ha visto un cambio de tendencia en el mercado (prácticamente obligado por las circunstancias) en el que los jóvenes han dejado de ser propietarios para ser en su mayoría alquilados. En una década, la tasa de propietarios menores de 35 años ha caído del 69% al 31%, debido no solo al aumento de precios sino también como consecuencia de la precariedad laboral actual.

De acuerdo con datos del Banco de España, la tasa de propiedad entre los jóvenes cayó del 69%, en 2011, al 31%, en 2022, una tendencia que refleja la dificultad para ahorrar y obtener hipotecas. Esta situación no es aislada, ya que cifras de la OCDE señalan que más del 81% de los españoles menores de 35 años están preocupados por su capacidad de poder permitirse una vivienda adecuada.

La medidas adecuadas

Revertir esta tendencia para ofrecer facilidades al acceso de la vivienda requiere profundas reformas que atajen el problema de raíz. Sin ir más lejos, una de las medidas que más eficacia podrían tener es la de agilizar o eliminar las trabas burocráticas y administrativas que impulsen la construcción de obra nueva, incluyendo la ampliación de las autonómicas y estatales.

De otro lado, tanto afectados como el propio sector abogan por mejorar las condiciones hipotecarias, algo que ya está empezando a suceder gracias a la última bajada de tipos al 3,65%, y que podría descender aún más la próxima semana. Esta última podría ser una de las medidas claves que termine por eliminar la barrera que los jóvenes se encuentran para ser propietarios, pues con un tipo de interés menor (sumado a un bajo porcentaje de euríbor) en endeudamiento y las hipotecas se abaratarían sustancialmente.

Por otro lado, desde el ámbito empresarial, se podrían promover modelos de colaboración público-privada que fomenten el desarrollo de viviendas a precios accesibles, algo que en países como Países Bajos o Austria ha dado buenos resultados. El gobierno también podría incentivar fiscalmente a empresas inmobiliarias y constructoras que inviertan en vivienda asequible o en nuevas formas de tenencia compartida.

El mercado inmobiliario español se encuentra en un punto de inflexión. Aunque las barreras para los jóvenes parecen insuperables, la combinación de soluciones flexibles, junto con una reforma estructural, podría allanar el camino hacia un futuro donde la vivienda no sea un lujo inalcanzable, sino un derecho accesible para todos. La clave está en actuar rápido y de manera conjunta, porque el futuro de toda una generación depende de ello.

El mercado dice sí

Más allá de las opciones de financiación bancarias a través de préstamos o hipotecas, el mercado actual está repleto de alternativas que facilitan el acceso a la vivienda. Una de estas opciones es, y ha sido siempre, el alquiler con opción a compra a través de un beneficioso contrato, sobre todo para el aquilado, en el que las cuotas mensuales de alquiler se restaban del precio final de venta.

De manera similar han surgido en el último año empresas que ayudan a dar el primer paso hacia un vivienda y ponen a disposición del cliente las herramientas necesarias para lograr un exitoso ahorro económico.

Modelos como Wannaprop, una startup valenciana que propone una combinación de alquiler y ahorro para la adquisición de viviendas, han logrado captar el interés de los jóvenes. Su enfoque permite destinar entre el 30% y el 60% del alquiler mensual al futuro pago de la vivienda, ofreciendo la posibilidad de acumular el 20% del valor de la propiedad en solo cinco años, tiempo inferior, comparado con otras plataformas similares. "Nuestro modelo busca reducir estas barreras, ya que estamos viendo que las nuevas generaciones tienen más dificultades para convertirse en propietarios debido a los altos costes de alquiler y la falta de ahorro." explica Juanlu Cruz, CEO de Wannaprop.

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