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La respuesta al cambio climático: 'ciudades esponja' que absorben, retienen y redirigen el flujo del agua

Mawysinram, una pequeña localidad al este de la India es el lugar más lluvioso del mundo. Allí se registran una media de 12.00 litros por metros cuadrados, aunque el récord está en los 26.000 recogidos en 1985. A esto se le añade uno de los porcentajes de humedad más altos del planeta, que supera con creces el 80%. A Mawsynram se suman otros municipios indios, así como algunos de Colombia (país también con alto porcentaje de humedad), Nueva Zelanda, Guinea Ecuatorial, Camerún, Hawái y Japón.

En el caso de España, y en contra de las creencias populares, es un pequeño pueblo de Navarra, Goizueta, el que encabeza la lista de los más lluviosos del país donde, según el El Tiempo, llueve alrededor de 200 días al año con una precipitación media de 2.500 litros por m². Le sigue Grazalema, un pueblo de la Sierra de Grazalema, en Cádiz, donde caen 2.000 mm/ m². Según la Aemet, la media nacional ronda los 640 mm.

El cambio climático es el gran desafío del s.XXI al que ponerle puertas de contención. Un reto cada vez mayor viendo el avanze imparable de sus consecuencias. Según el Ministerio para la Transición Ecológico y el Reto Demográfico, 2023 fue el segundo año más caluroso desde 1961: más de 60 años en los que la temperatura media del país ha aumentado en 1,5º. A su vez, según la Organización Meteorológica Mundial, la temperatura media del planeta podría alcanzar la misma cifra de 1,5º a finales de este 2024, lo que supondría un aumento de casi 1º desde 1880.

La preocupación por tales máximas es generalizada. El cambio climático ya ha provocado grandes impactos medioambientales en el Polo Norte, donde se han comenzado a derretir los polos (lo que a la larga provocará un aumento del nivel del mar), zonas que han registrado temperaturas máximas en perjuicio de su flora y fauna y una sequía generalizada en todo el mundo que amenaza las reservas de agua y alerta de grandes desastres naturales como tormentas, inundaciones y tsunamis.

Dado que realmente ya están sucediendo, muchas ciudades pretenden convertirse en 'ciudades esponjas' para paliar, en la medida de la posible, las desgracias que puedan producir.

Objetivo principal: infraestructuras que absorban y retengan el agua

En los últimos años, las sequías veraniegas de todo el mundo han sido las protagonistas con la consiguiente consecuencia económica (a mayor sequía menos cultivos y aumento de los precios). Sequías seguidas de fenómenos meteorológicos contrarios: grandes DANAS que dejan lluvias torrenciales y enormes cantidades de litros por metro cuadrados. Muchos más de los que las ciudades están preparadas para soportar.

Un problema para el que algunas urbes ya le están poniendo solución convirtiéndose así en 'ciudades esponjas': ciudades capaces de absorber, retener y redireccionar grandes cantidades de agua para evitar el colapso y los daños materiales.

El principal valedor de este concepto es China, quien ya prepara trabajos de rehabilitación y transformación de hasta 60 ciudades días a lo largo del país. Se trata de diseños urbanos remodelados que incorporan entradas climáticas, arrecifes verdes y jardines para evitar la aglomeración de litros de agua en las calles y poder retener el agua para dejarla fluir lejos de las urbes. El mismo funcionamiento que un sistema de alcantarillado, pero ayudándose de los elementos naturales de las ciudades capaces de absorber agua, como los árboles y el suelo en sí mismo (tierra).

Kongjian Yu es el arquitecto de paisajes responsable del nuevo concepto, un modelo que consiste en convertir grandes áreas de las ciudades en parques fluviales porosos. Un proyecto que nace como respuesta para paliar los desastres naturales provocados por las inundaciones en la pequeña aldea en la que nació en la provincia costera de Zhejiang, en el este del país. "El agua no es el enemigo. No teníamos dinero para construir canalizaciones y usábamos la propia naturaleza. Pero si construyes muros, entonces el agua es una bestia. Se vuelve destructiva. Si creamos grandes infraestructuras de hormigón para contener el agua, volveremos a fracasar".

Detalle de retención de agua en la Plaza de Saint Kjeld, Copenhague
Detalle de retención de agua en la Plaza de Saint Kjeld, Copenhague

Por su parte, es Copenhague una de las ciudades más avanzadas al respecto y de las pocas que tiene un diseño propio, 'Plan de Gestión del Chaparrón'. Así, Jan Rasmussen, jefe del proyecto, ya ha calificado la importancia del plan como prioritaria recalcando que "nuestros políticos decidieron que realmente es necesario sacar el agua de la ciudad muy rápidamente". Por eso, desde la capital danesa ya se ha iniciado el proceso de diseño de más de 250 nuevos espacios públicos que "podrían ayudar a retener o redireccionar las aguas de inundaciones, en parques y patios de juegos". Algunos de estos diseños ya están integrados en el entorno urbano de la ciudad, como, por ejemplo, en la rotonda de la Plaza de Sankt Kjelds donde hace años que se modificaron los bordillos para dejar fluir el agua procedente de la calzada destino espacios de césped natural, donde el agua queda retenida hasta llegar a un rebosadero de evacuación.

Detalle de retención de agua en la Plaza de Saint Kjeld, Copenhague
Detalle de retención de agua en la Plaza de Saint Kjeld, Copenhague

Se puede absorber y reutilizar el 70% de las lluvias

En este sentido, Yu considera paradójico que "la respuesta a las catástrofes naturales se encuentra en la propia naturaleza. Convertirlo en una esponja literalmente implica reducir la temperatura del planeta, hacerlo exuberante, húmedo, productivo". La mayoría del sistema de tuberías y alcantarillados no dan abasto cuando se trata de lluvias torrenciales, llegando a provocar importantes inundaciones. Se espera que, gracias a los trabajos de rehabilitación y mejoras, en Copenhague "seguirá habiendo agua en las calles, es decir, no estarán completamente secas. Pero se pasará de un metro de agua de las inundaciones a un máximo de 20 centímetros", según el ingeniero hidráulico de HOFOR, Jes Clauson-Kaas.

Se que el proyecto de la 'ciudad burbuja' del asiático pueda estar en desarrollo en el 80% de las grandes ciudades en los próximos años, y que cada una pueda retener y redirigir el 70% de las precipitaciones. Para ello habría que 'destruir el hormigón', ya que es el responsable directo de la alteración del curso natural del agua, y diseñar una "una solución holística permanente, indestructible, resiliente, sostenible y multifuncional. La prioridad número uno es permitir la retención de agua con terrenos porosos."

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