Según la Organización de las Naciones Unidas para 2050 el 80% de la población se concentrará entre Asia y África, es decir alrededor de 8 mil millones de personas, teniendo en cuenta que también para el mismo año se estima un crecimiento de la población mundial hasta que supere los 10.000 millones.
La superpoblación actual (recordemos que en 70 años pasó de 2.500 a 8.000 millones, desde 1950 a 2020) es uno de los grandes desafíos del s. XXI no solo para las naciones sino para las sociedades mundiales que tienen que enfrentar a su vez el problema de la escasez de vivienda. En juego otro de los grandes retos de los próximos años: la sostenibilidad.
Hoy en día confrontan modelos urbanos distintos según la capacidad de cada ciudad o país para mantener el crecimiento de la población. Así, a un lado, encontramos diseños más propios del continente asiático, sobre todo en regiones de China, Japón y Corea del Sur donde la densidad poblacional supera, por ejemplo, en Macao los 23.300 habitantes por km², donde es frecuente las construcciones en vertical de pisos cada vez más pequeños. Tal es la necesidad en ciudades como Tokio o Seúl que ya está más que normalizado las 'camas cápsulas'; unos espacios mínimos donde apenas cabe una cama y poco más, aunque es más común como opción de alojamiento turístico.
Por su parte, en Europa las soluciones al mismo problema son otras, en busca de una mayor sostenibilidad y equilibrio con el medio ambiente. Así se dan nuevos conceptos urbanos como son 'las ciudades de los 15 minutos', pensadas a medio plazo para prescindir de los automóviles, usar solo el transporte público y reducir así las emisiones de CO2. En la misma línea, en España. Barcelona es pionera reordenar el trazado urbano y lograr 'supermanzanas', que dan prioridad a las zonas verdes y a los peatones.
'Supermanzana', L'Eixample, Barcelona
En la misma línea, en Europa también está dando a conocer otros modelos como el de la 'ciudad burbuja', un proyecto que se está intentado implantar ya en capitales como Dublín y Milán, y que promueven la vida de barrio y cercanía.
'Modelo Barcelona'
Desde el pasado s. XIX, la ciudad Condal a tratado de mantener una estructura urbana sostenible y en equilibrio con los servicios e infraestructuras de la zona, aunque lo que más llama la atención son sus trazados rectos formando grandes manzanas, en contra de otros planos como el de Madrid donde abundan calles irregulares. Y desde hace tiempo en el sector se ha le denominado como 'Modelo Barcelona', con el fin de trasladarlo a otras partes del mundo.
A pesar de figurar como una de las mejores urbes en cuanto a trazo y organización urbanística, Barcelona continúa en busca de la transformación más sostenible "con el objetivo de recuperar para la ciudadanía una parte del espacio que actualmente ocupan los vehículos privados", tal y como anuncia el Ayuntamiento de Barcelona.
Se trata de las 'supermanzanas', un programa espacios públicos saludables, más verdes y seguros de tal manera que favorezca las relaciones sociales y la economía de proximidad. Hasta hora, el consistorio ya lo había aplicado en distintos municipios de la ciudad como Horta, Poblenou y Sant Antoni, aunque ahora el proyecto se ha trasladado al Eixample.
"Esta nueva visión empezará a aplicarse prioritariamente en la trama Cerdà y, especialmente, en el distrito del Eixample, extendiendo la red de ejes verdes y plazas que ya se empezó a crear en el barrio de Sant Antoni. En un futuro inmediato, convertiremos en ejes verdes parte de las calles Consell de Cent, Rocafort, Comte Borrell y Girona. Además, también crearemos cuatro grandes plazas, de unos 2.000 m² cada una, en las confluencias entre estos ejes verdes."
IA en ciudades inteligentes
Ya en 1972 Europa daba buena cuenta de la preocupación existente sobre las organizaciones urbanísticas ante el crecimiento desproporcionado de la población mundial. Así, en ese año, el Consejo de Europa firmó la Carta del suelo, donde figuran importantes puntos tales como que "la política de ordenación del territorio debe concebirse en función de las propiedades del suelo y de las necesidades de la población actual y futura [...] El desarrollo urbano debe ser organizado de manera que se cause el menor daño posible a las áreas vecinas."
Así, se perfiló lo que más tarde podría considerarse como un proyecto de desarrollar urbanístico sostenible al ajustar la política de ordenación del territorio con las necesidades actuales. Si bien en ese momento no existían los conceptos de hoy en día, es probable que lo que ahora se llaman 'ciudades burbuja' fuera lo más parecido a las políticas de reestructuración que pretendía Europa hace 50 años.
El termino nace como un proyecto en el que puedan configurarse pequeñas ciudades dentro de una gran metrópoli, es decir, lo que comúnmente es conocido como barrio, pero dotado de todos los servicios públicos e infraestructuras necesarias para no tener que salir de la 'ciudad burbuja'.
Aquí, el reto de los arquitectos de las ciudades del futuro es hacer esas ciudades más inclusivas e integradoras, dotando a los barrios de todo lo imprescindible sin que nadie quede discriminado o en unos vecindarios tengan más posibilidades que en otros. El objetivo final también es poder prescindir del vehículo y, en resumen, vivir en un barrio con una accesibilidad total a menos de 20 min.
Las 'ciudades burbuja' se parecen en forma a las 'ciudades de los 15 minutos', pues ambas practican un modelo de barrio y cercanía donde el peatón es lo primero y las zonas verdes abundan por doquier. No obstante, las primeras se diferencias de las segundas en fondo al otorgarle más presencia a las nuevas tecnologías y a la inteligencia artificial, siendo 'las burbujas' una versión más actualizada de 'las de 15 minutos'.